"Cuando recibimos la prohibición del TC paramos la consulta tal y como la habíamos ideado y a partir de allí entramos en una nueva fase, en un nuevo esquema", explicó Mas durante su intervención como testigo en el juicio contra Francesc Homs, exconsejero del Gobierno catalán y actual diputado del Partit Demcòrata Europeu Català (PDeCAT).
El juicio contra Homs se produce de forma separada al de sus excompañeros de Gobierno porque su actual condición de diputado le protege judicialmente y hace que solo pueda ser juzgado por el Tribunal Supremo.
En su declaración como testigo, Artur Mas repitió los argumentos esgrimidos por los antiguos miembros del Gobierno catalán en todas sus declaraciones judiciales sobre la consulta.
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Es decir, el expresidente catalán argumentó que la providencia del Tribunal Constitucional era confusa y que, en cualquier caso, no se le puede achacar responsabilidad penal al Ejecutivo porque fue la sociedad civil a través de voluntarios quien llevó a cabo el proceso.
"El Constitucional no recogía ninguna advertencia de las consecuencias legales que podría tener el proceso participativo", afirmó Mas en el Tribunal Supremo.
"En la consulta lo organizaba todo la Generalitat (el Ejecutivo catalán), mientras que en el proceso participativo la responsabilidad la asumieron 40.000 voluntarios y 942 ayuntamientos", detalló.
Como ejemplo de la distancia tomada por el Gobierno catalán a raíz del cambio de proceder, Artur Mas detalló que "en la consulta inicial había un censo preexistente" mientras que "en el proceso participativo fue construido por los voluntarios".
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En su comparecencia como testigo, Artur Mas respondió únicamente a las preguntas planteadas por la defensa de su compañero de partido Francesc Homs ya que el Ministerio Fiscal declinó la oportunidad de participar en el interrogatorio.