Margallo, en declaraciones posteriores a los periodistas, dijo que "las obligaciones de un gobernante son mantener la seguridad y evitar la división, y el camino que ha emprendido el Govern (el Ejecutivo catalán) viola ambos preceptos".
Según el responsable de la diplomacia española, la forma en la que Mas ha planteado las elecciones del próximo 27 de septiembre "ha fragmentado" a la sociedad catalana.
Esta fractura "preocupa mucho al Gobierno" español, que "va a luchar por que se respete la legalidad y por proteger a los ciudadanos".
"Si se rompe la legalidad se ponen en riesgo las libertades ciudadanas", afirmó para lamentar que Mas impulse que los catalanes tengan que enseñar su pasaporte "para ir a visitar a sus familiares españoles".
La cercanía de las elecciones autonómicas catalanas, que los independentistas ven en clave plebiscitaria, han hecho escalar la tensión entre el Gobierno de Mariano Rajoy y las fuerzas soberanistas.
El Ejecutivo central amagó ayer con suspender la autonomía catalana si la región no se atenía a las leyes vigentes en todo el Estado español.