La Fundación Max van der Stoel, con su programa Fair Politics, monitorea a los eurodiputados y cada curso político desde 2009 premia al eurodiputado que más activamente ha trabajado por la coherencia y justicia de las políticas de la Unión Europea con los países en desarrollo.
Sánchez ha trabajado especialmente en temas como la evasión fiscal, la lucha contra el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP, por sus siglas en inglés) y la migración.
La eurodiputada progresista denunció en una entrevista con Sputnik Nóvosti que el TTIP busca frenar las alternativas que están surgiendo a la hegemonía económica norteamericana y europea y de sus respectivas empresas en el comercio mundial, como son los BRICS.
La eurodiputada asegura que este premio "es un gran estímulo para seguir impulsando políticas europeas justas y coherentes".
"Ya es hora de que Europa ponga fin a los acuerdos comerciales y de inversión que socavan la economía de los países en desarrollo y el bienestar de su gente. La política comercial europea debe beneficiar a las personas y no a las grandes multinacionales ni a grupos", aseguró Sánchez Caldentey durante la ceremonia de entrega del galardón.
La política española también abordó la cuestión de la explotación laboral infantil, pidiendo a la Comisión Europea normas vinculantes para combatir este problema.
"La cooperación internacional al desarrollo va más allá de las políticas de ayuda. La política agraria, comercial y de migraciones, por ejemplo, tiene un importante impacto en los países en desarrollo y en consecuencia debe de ser objeto de nuestra atención si queremos contribuir de manera coherente al desarrollo y al bienestar de toda la gente", afirmó la eurodiputada.
Sánchez se impuso en este galardón a la holandesa Judith Sargentini del Grupo Verde, que quedó en segundo lugar y al alemán Norbert Neuser, del grupo socialista, que se quedó en el tercero.