El cambio de nota se debió a "la elevada incertidumbre política posterior a las primarias del 11 de agosto, una restricción severa de las condiciones de financiamiento y un deterioro esperado del entorno macroeconómico que aumenta la probabilidad de un default o una reestructuración de algún tipo", señaló Fitch en un informe.
La agencia crediticia evalúa con el indicador B a las economías "con un riesgo de incumplimiento significativamente elevado en relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país".
La siguiente calificación en negativo es la CCC, que advierte de que ese riesgo de incumplimiento "es una posibilidad real".
"La capacidad para cumplir con los compromisos financieros depende exclusivamente de condiciones económicas y de negocio favorables y estables" en las economías calificadas con este indicador, de acuerdo a Fitch.
La calificadora estadounidense Moody's también cambió de estable a negativa la perspectiva de riesgo de la deuda argentina tras los comicios del domingo al coincidir en "la creciente incertidumbre sobre el rumbo de las políticas" y la "volatilidad financiera" que atraviesa el país.
En las elecciones del domingo, la alianza opositora Frente de Todos, que lideran el abogado peronista Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), obtuvo 47,6% de los votos, frente a 32% de la coalición oficialista Juntos por el Cambio.