"Esta propuesta ofrece la oportunidad de crear la compañía automotriz global número 3 con una marca y una presencia geográfica amplia, complementaria y fuerte e importantes en tecnologías de transformación", señala FCA en una nota de prensa.
La cartera de marcas resultante de la fusión cubriría todos los segmentos clave del mercado, de marcas de lujo y prémium como Maserati y Alfa Romeo a fuertes marcas asequibles como Dacia y Lada, incluyendo las marcas universalmente conocidas como Fiat, Renault, Jeep y Ram.
La propuesta es que FCA y Renault se fusionen en una empresa participada a partes iguales, con una estructura de gestión paritaria y una mayoría de directores independientes.
La sociedad resultante vendería alrededor de 8,7 millones de vehículos anuales, sería un líder mundial en tecnologías EV (vehículos eléctricos), marcas prémium, SUV (vehículo utilitarios deportivos), camionetas y vehículos comerciales.
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El Gobierno de Francia ya valoró en términos positivos la posible fusión entre FCA y Renault.
"Por supuesto, debemos ver bajo qué condiciones se implementaría. Deben ser favorables al desarrollo económico e industrial de Renault y sus empleados", declaró la portavoz del Gabinete, Sibeth Ndiaye, en una entrevista con los canales RMC y BFMTV.
Ndiaye agregó que "necesitamos gigantes en Europa".