En concreto, baja su previsión de crecimiento en dos décimas respecto a su última estimación, en el mes de mayo, y la deja en el 2,6% para este año.
En la estimación para el próximo año se mantiene el 2,2%, en línea con la previsión del Gobierno español.
Al publicar estas estimaciones, la OCDE advierte a España que deberá "hacer reformas, especialmente encaminadas a reducir el déficit y la deuda".
"El Gobierno debe ajustarse a los compromisos de consolidación fiscal para asegurar una reducción permanente de la deuda", señala el organismo.