"Rusia derrota a EEUU en la guerra del gas por Europa"

Rusia ha derrotado a Catar y EEUU, países que querían apartarlo del mercado europeo y sustituir sus suministros de gas natural, transportado por gasoductos, por GNL, escribe el analista Tim Daiss en su artículo para el portal Oil Price.

El periodista considera que Rusia consiguió esta victoria después de acabar la semana pasada con la disputa de más de siete años con la Comisión Europea. Finalmente, el gigante ruso Gazprom, acusado por Bruselas de mantener el monopolio en el mercado gasístico, acordó cambiar sus políticas comerciales en Europa Central y del Este. En particular, desde ahora la República Checa, Bulgaria, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovaquia tienen el derecho de exportar el gas ruso a otros países.    

Gracias a esta concesión, la empresa pudo evitar el pago de multas multimillonarias que le podrían ser impuestas por ser un presunto monopolista. Tras ganar esta batalla, Gazprom pudo consolidar aún más su dominio en el mercado de gas de Europa.

Daiss considera que los productores de gas de EEUU siempre han experimentado dificultades a la hora de competir con las empresas rusas. Este hecho se debe a razones puramente económicas: el gas ruso es mucho más barato que el norteamericano que Washington empezó a exportar a Europa este año.

"Por eso, EEUU está tratando de presionar a la UE con el fin de que los países europeos rechacen participar en la construcción del Nord Stream 2 e incita batallas alrededor de esto", escribe el periodista ruso Serguéi Manukov en su artículo para la revista Expert.

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Así, en enero de 2018, el ex secretario de Estado, Rex Tillerson, declaró que este gasoducto no es una pieza de infraestructura saludable para la estabilidad energética de Europa. A su vez, la subsecretaria de Estado, Sandra Oudkirk, trató de asustar a los europeos con alegatos de que Moscú podría instalar equipos de espionaje submarino en el gasoducto.  

Después de que la Comisión Europea anunciara el arreglo de su disputa con Gazprom, Oudkirk exhortó a sus colegas europeos a pensar con detenimiento en el país que habían elegido como su principal suministrador de gas. La alta funcionaria volvió a aconsejarles que compraran más gas natural licuado (GNL) de EEUU y a que se negaran a construir el Nord Stream 2.

"A pesar de todos estos llamamientos de pagar un alto precio por la seguridad energética y la libertad en este ámbito, Europa sigue optando por un comercio seguro y solidario con Rusia. Por lo menos Berlín no piensa rechazar la construcción del gasoducto", resume el periodista. 

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El proyecto Nord Stream 2 prevé el tendido de dos tuberías de gas con una capacidad anual para 55.000 millones de metros cúbicos que unirán la costa rusa y Alemania a través del fondo del mar Báltico. El gasoducto deberá empezar a funcionar a finales del año que viene.