Según las cifras de este instituto, vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnología y publicados en la plataforma online Terra Brasilis, en marzo de este año hubo alertas por deforestación en 327 kilómetros cuadrados de selva, respecto a los 251 kilómetros cuadrados de 2019, lo que arroja un crecimiento del 29,9%.
Las alertas son emitidas por el Sistema de Detección de Deforestación en Tempo Real (Deter) vía satélite, y sirven para orientar las acciones de fiscalización de delitos ambientales del Gobierno.
En el trimestre de enero a marzo las alertas por deforestación aumentaron un 51,4% respecto al mismo periodo del año anterior: se detectaron irregularidades en 796 kilómetros cuadrados, respecto a los 525,6 kilómetros cuadrados de 2019.
Marzo es el mes que aporta más alertas de deforestación, algo que podría estar vinculado a las medidas de aislamiento social implantadas por las autoridades contra el nuevo coronavirus (causante del COVID-19) desde mediados de ese mes.
Entidades ecologistas y del movimiento indígena apuntaron que las invasiones ilegales de madereros siguen en tierras protegidas durante estos días, y que incluso aumentaron aprovechando que los esfuerzos de las autoridades están más centrados en el combate al virus y que han disminuido las operaciones de vigilancia.