"Lo hemos frenado", respondió Juskevicius a la pregunta si se logró poner fin al tráfico ilegal de antigüedades.
Señaló que de momento la tarea urgente consiste en hallar todas las muestras robadas.
"Primero, hay que averiguar, quiénes son los ladrones (…) lo que no es una tarea fácil porque los que las roban lo hacen no para ver y devolver, sino para vender a altos precios y ganar dinero, es un gran negocio", explicó.
"La cuestión es ¿cómo encontrarlas?", agregó.
Durante la ofensiva de Daesh (grupo terrorista, autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) en Irak, los yihadistas saquearon y destruyeron numerosos museos y monumentos históricos en este país, igual que en Siria.
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En respuesta a aquella atrocidad, la Unesco convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para examinar medidas encaminadas a proteger el patrimonio histórico de Irak.
La organización también instó a la Corte Penal Internacional para abrir una investigación contra la destrucción deliberada del patrimonio cultural, que es un crimen de guerra.