Esta exposición pretende, según figura en la página web del centro cultural, mostrar "la permisibilidad con los símbolos de la dictadura a partir de la presencia de las tres estatuas y de la actitud de sus autores, que trabajaron para la República, contribuyeron a la exaltación de la dictadura y fueron reconocidos por la democracia".
"Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano". la exhibición en la plaça Comercial, ante el Centre Cultural, El Born. pic.twitter.com/85sGwHZmw1
— Apu Barcelona (@ApuBcn) 17 октября 2016 г.
La escultura del dictador, obra de Josep Viladomat, se encuentra expuesta en los aledaños del centro y no tiene cabeza porque esta desapareció en los almacenes municipales antes de la puesta en marcha de la exposición.
La puesta en marcha de esta exposición, que en la tarde de este lunes será inaugurada por el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha despertado una gran polémica entre los grupos municipales.
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), la Candidatura de Unidad Popular (CUP) y el Partit Demócrata Catalá (PDC) se mostraron contrarios a la puesta en marcha de esta muestra por parte del Consistorio que encabeza Barcelona en Comú (plataforma municipalista vinculada a Podemos) al entender que la exposición puede ser ofensiva para las víctimas de la dictadura.
Por su parte, los liberales de Ciudadanos y los conservadores del Partido Popular rechazan la exposición al considerar que persigue reabrir heridas del pasado.
Según informó el diario catalán La Vanguardia, la colocación de las polémicas estatuas en la vía pública fue recibida en la mañana de este lunes por los vecinos de la zona con una concentración improvisada en la que se lanzaron huevos contra la obra.