El diario filipino Business World comentó que el nivel de la popularidad de Duterte al término del primer trimestre de su mandato presidencial supera los niveles de todos sus antecesores, excepto Fidel Valdez Ramos que ocupó el sillón presidencial de 1992 a 1998 y obtuvo el índice de aprobación del 66%.
Tras tres meses de la presidencia, Duterte recibió aprobación del 76% de la población.
El 11% de los encuestados expresó su insatisfacción por las acciones del presidente y el 13% prefirió no contestar.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, elegido en mayo, aboga por una lucha sin cuartel contra drogadictos y narcotraficantes.
Según la policía, desde que Duterte asumió el cargo, en el país fueron asesinadas cerca de 2.400 personas relacionadas con el narcotráfico o el consumo de las drogas.
La comunidad mundial condenó en reiteradas ocasiones la iniciativa del líder filipino, que comparó con anterioridad su política con la de Hitler y declaró que sería feliz si los tres millones de drogadictos filipinos fueran asesinados.