"La postura de China es clarísima (…) Confiamos en que las partes implicadas van a manifestar moderación, dejarán de provocarse una a la otra y caldear el ambiente en la región", comentó este martes la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying.
Dos bombarderos B-1B, procedentes de la base aérea estadounidense Andersen, en Guam, sobrevolaron el martes a baja altura la zona próxima a la base surcoreana de Osan, a unos 65 km al sur de Seúl.
Estos aviones son capaces de portar armas nucleares, bombas antibúnker y bombas guiadas GBU-38.
El comandante de USFK, general Vicente Brooks, resaltó en particular que la reciente prueba nuclear de Corea del Norte, la quinta desde 2006, representa "una amenaza inaceptable" y dijo que Estados Unidos tomará las medidas necesarias para para defender a sus aliados en la región, incluyendo el despliegue de la batería antimisiles THAAD en la península de Corea.
Hua Chunying, a la pregunta de si hay alguna relación entre la reciente prueba nuclear en Corea del Norte y el anuncio sobre el emplazamiento de THAAD en el territorio surcoreano, respondió: "Creo que están relacionadas, como todo en el mundo".
La portavoz reiteró el rechazo de Pekín al despliegue de este sistema antimisiles en Corea del Sur.
El sistema THAAD (siglas en inglés de Defensa Terminal de Área a Gran Altura) está diseñado para detectar misiles balísticos con radar terrestre e interceptarlos a una altitud de entre 40 y 150 kilómetros. Una batería THAAD incluye un radar TPY-2 TM, seis lanzadores, 48 misiles interceptores y un punto de mando.
Tanto Seúl como Washington sostienen que el THAAD solo pretende responder a la amenaza norcoreana, pero Pekín y Moscú sospechan que en el fondo EEUU busca aumentar su presencia en la zona y monitorear sus defensas.