"El proceso de reflexión que estamos promoviendo como presidencia [pro témpore] busca encaminar al organismo a través de una agenda de consensos que incluya los intereses de todos los países o estados miembros de Unasur", dijo el mandatario indígena en una conferencia de prensa.
La crisis de la Unasur, desatada en abril pasado cuando seis países suspendieron temporalmente su participación, fue agravada en agosto con el retiro definitivo de Colombia, anunciado por el nuevo presidente de ese país, Iván Duque, pocos días después de asumir el mando.
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El presidente boliviano, cuya llegada a la presidencia pro témpore de la Unasur se produjo también en abril, advirtió que las diferencias entre los gobiernos de los países sudamericanos no deberían llegar al extremo de una división.
"Ha habido en el pasado algunos organismos americanos que intentaron dividirnos (…) no solo a nivel regional como América Latina, sino que intentaron dividirnos a nivel nacional para enfrentarnos, para robarnos, y esta experiencia vivida antes no puede repetirse en Bolivia ni en América Latina", reflexionó Morales.
"No es posible que algunos hermanos presidentes de gobiernos intenten acabar con Unasur.
"Si [para algunos] lo más importante es debatir temas políticos, ideológicos, ningún problema; pero debatamos el desarrollo, la solución de los problemas que tenemos", postuló Morales.
Tras el retiro de Colombia, los países que mantienen su retiro temporal de la Unasur son Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay.
Los restantes seis que mantienen teóricamente activa su participación en nla Unasur son Bolivia, Ecuador, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela.