"Lo que pide el CICR es que se le dé respuestas a las familias, porque merecen respuestas y un acompañamiento en la búsqueda de sus seres queridos", dijo López.
Eso implica que se tiene que contar con herramientas jurídicas, técnicas, científicas, operativas, administrativas y presupuestales; y se debe asegurar la participación de los familiares en todas las etapas de la búsqueda, agregó.
Este domingo se conmemora el Día Internacional del Detenido-Desaparecido.
Uno de los grandes desafíos de la región es la falta de cifras confiables.
"Sí tenemos estimación, pero la verdad es que no sabemos si se ajustan a la realidad", explicó la especialista, quien agregó que en algunos países todavía falta desarrollar sistemas de gestión que sean centralizados y eficaces para poder abordar la información relativa a las desapariciones.
"Sin eso va ser muy difícil diseñar o invertir en políticas públicas que puedan ayudar a reducir este fenómeno o responder a las necesidades de los familiares", expresó la integrante de la CICR.
Un reto compartido
Con motivo del Día Internacional del Detenido Desaparecido, el CICR produjo un video musical, en alianza con la organización Playing for Change, en el que participan más de 15 músicos de América Latina, "para decirle a los familiares de los desaparecidos que no están solos en su búsqueda", explicó López.
Además, la campaña busca contribuir para poner el tema en la agenda de las autoridades, pero también de todas las personas.
La representante del CICR destacó la importancia de conmemorar esta fecha.
"La desaparición es una tragedia global y es un reto que compartimos en América Latina", expresó.
Las personas desaparecen cuando pierden el contacto con sus familias, destacó López, y señaló que las causas de las desapariciones son múltiples: terrorismo de Estado, desastres naturales, conflictos armados y migración, entre otros.
"Y si bien es cierto que muchos de los contextos que generaron miles de desapariciones se apagaron años atrás, los familiares todavía no tienen respuesta y siguen sin saber que le paso a sus seres queridos, que pueden estar vivos o muertos, pero no lo saben", dijo.
Las familias deben afrontar muchas dificultades como consecuencia directa a las desapariciones, entre ellas las de carácter económico, para poder mantener la búsqueda, pero también desgaste emocional y psicológico, que muchas veces lo somatizan en dolencias físicas, explicó López.
"Todos esos obstáculos les impide avanzar, reconstruir sus vidas, porque siguen buscando, siguen con la incertidumbre de no saber; como no tienen una constancia de la muerte y a la misma vez no tienen la certeza de que el familiar está vivo, quedan sumergidas en un vacío permanente de angustia y los siguen buscando, porque desde su perspectiva suspender la búsqueda es como abandonarlos para siempre", expresó.
Seguir buscando
Hay familias que llevan más de 30 años buscando a sus seres queridos y ahora con la pandemia se les añade otra capa más a los numerosos desafíos que enfrentan.
Al mismo tiempo, otras familias han encontrado formas de continuar su trabajo desde el confinamiento, apoyándose entre ellas a través de encuentros virtuales y continuando la búsqueda desde las redes sociales.
"Lo que ha cambiado es la manera en la que se hace la búsqueda (…), la manera de apoyarse, de orientarse, pero lo que no ha cambiado es el recuerdo de sus seres queridos y su determinación de buscarlos; no hay pandemia que pare a los familiares: para ellos, la búsqueda continúa, aún en los tiempos más difíciles", afirmó López.
En América Latina, el CICR apoya a los familiares de personas desaparecidas en Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Perú.