"Desde el punto de vista de las relaciones internacionales y de la debida cooperación que se deben los estados, es absolutamente lógico que el Gobierno a través de la Cancillería atienda favorablemente la solicitud de las embajadas para repatriar a sus connacionales. Eso no significa ningún peligro para los bolivianos", declaró a reporteros.
Longaric hizo la declaración horas antes de que partan desde Santa Cruz (este) dos vuelos especiales gestionados por las representaciones diplomáticas de Estados Unidos y de la Unión Europea para la repatriación de sus ciudadanos que solicitaron ser evacuados de Bolivia a causa de la crisis.
Tres vuelos similares sacaron de Bolivia la semana pasada a más de 800 europeos y norteamericanos.
"Creo que no debería haber cuestionamiento alguno, es una medida lógica enmarcada en normas internacionales y vamos a seguir haciéndolo, cualquier embajada que nos pida repatriación vamos a aceptar, cooperar", apuntó.
La canciller admitió como "lamentable" la situación de unos 300 bolivianos que estaban retenidos desde la semana pasada en uno de los pasos fronterizos con Chile, primero impedidos tajantemente de ingresar a Bolivia y ahora esperando que se habilite un centro de acogida donde serían puestos en cuarentena.
"Esto no obedece a un capricho de prohibir el ingreso de personas a Bolivia, sino que es el ánimo de proteger (…). La población se preocupa de que los compatriotas que llegan del exterior puedan traer el virus y contaminarnos, así que vamos a ser más rigurosos en hacer cumplir la cuarentena", remarcó.
El caso de la frontera chilena levantó protestas de políticos, autoridades regionales y activistas de derechos humanos, que denunciaron una supuesta política dual del Gobierno de Áñez, que pese a su propio decreto de cierre de fronteras permite la salida de extranjeros pero niega el retorno de bolivianos.
La Defensoría del Niño, que advirtió el riesgo sanitario que corrían ancianos, mujeres y niños incluidos entre los bolivianos impedidos de cruzar la frontera chilena, dijo que pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.