"Con Brasil somos vecinos para toda la vida, no solamente (tenemos que) pensar en la integración energética sino en el tema agropecuario, en compartir experiencias, en planificar exportaciones a grandes potencias", dijo el presidente Evo Morales en un discurso transmitido por la televisión estatal.
Petrobras, por decisión del Gobierno brasileño, se está retirando progresivamente del negocio de importación de gas que operaba con carácter monopólico, dejándolo abierto al mercado.
El nuevo acuerdo fue firmado en la ciudad de Santa Cruz (este) por el ministro boliviano de Hidrocarburos, Luis Sánchez, y el gobernador de Mato Grosso do Sul, Reinaldo Azambuja, quien estuvo acompañado por empresarios que expresaron confianza en Bolivia como proveedor de gas natural.
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El documento, según un resumen entregado a la prensa, establece que YPFB proveerá a Mato Grosso do Sul al menos 1,1 millones de metros cúbicos diarios (mmcd) de gas durante 25 años para consumo domiciliario, al margen de volúmenes mayores de gas y cantidades no precisadas de urea que la petrolera boliviana venderá directamente a empresas privadas de ese estado.
El ministro Sánchez destacó que la fábrica boliviana de urea, que funciona desde 2017 y puede producir hasta 700.000 toneladas al año, podría vender a corto plazo casi toda su producción a ambos estados brasileños.
En el mismo acto, YPFB firmó un contrato de asociación con la brasileña Camacari para proveer hasta cuatro mmcd a una termoeléctrica construida en la ciudad fronteriza de Corumbá que comenzará a funcionar en 2020.
Valfredo de Assis Ribeiro, ejecutivo de Camacari, dijo que "YPFB tendrá doble papel, no solo suministrará gas a la termoeléctrica sino que será socia de la termoeléctrica".
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El gobernador Azambuja acotó que el acuerdo facilitará también las compras de cloruro de potasio, fertilizante que Bolivia produce desde hace medio año en una fábrica instalada en el salar de Uyuni (suroeste).
Los productores agrícolas de Mato Grosso comprarán este año hasta 80.000 toneladas de cloruro de potasio, casi un cuarto de la capacidad de producción de la fábrica boliviana, dijo Azambuja.
