"Está claro que se ha desatado la campaña electoral anticipadamente, con un año y poco más de anticipación", dijo el funcionario en conferencia de prensa.
El vicepresidente se refirió así a la campaña bajo la consigna "Bolivia dijo No" con que partidos y grupos de oposición exigen el cumplimiento de un referendo celebrado en 2016 que rechazó una enmienda constitucional que habría habilitado la postulación de Morales para una tercera reelección consecutiva.
Según el vicepresidente, la campaña anticipada de cara a unos comicios previstos para diciembre de 2019, mostraría que la oposición no tiene más propuesta que el "No" a Morales.
"Todos los que salen a gritar son militantes de partidos de oposición (…), es parte de su derecho, su campaña. Lo interesante es que esta derecha política con esos actos no nos daña a nosotros, se daña a sí misma: está demostrando que no tiene nada más que decir, que no tiene propuesta", dijo García Linera.
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"El pueblo está viendo con claridad la contraposición de dos proyectos de país: un proyecto negativo de la oposición y otro propositivo, expansivo del Gobierno" en línea con el modelo de economía mixta liderada por el Estado que en la última década ha logrado un crecimiento promedio anual de 4,5%, añadió el vicepresidente.
Morales, por ahora el único candidato confirmado para 2019, aparece en diversas encuestas como el que tiene más apoyo ciudadano, mientras las intenciones de voto para los opositores aparecen diluidas entre media docena de aspirantes.
El gobernante indígena, quien preside Bolivia desde 2006, triunfó en las elecciones generales de 2005, 2009 y 2014.