En ese entonces, el electorado de Guayana Francesa rechazó ampliamente una propuesta para brindar más autonomía al territorio. Después, aprobaron un nuevo estatuto para el departamento. Según Létard, con la complicidad de los medios franceses y locales, las autoridades "le vendieron viento" al pueblo, sin informar las posibles consecuencias que la reforma institucional podría provocar.
Anteriormente, Guayana Francesa tenía, al igual que los otros departamentos franceses, un consejo regional y otro departamental para deliberar sobre las distintas cuestiones que conciernen la vida en el territorio. Pero para el entrevistado, la nueva situación administrativa dejó a los locales atados de pies y manos.
"Tenemos un estatuto inconstitucional, que no tiene competencias propias o intrínsecas, que simplemente junta las de las otras entidades territoriales que fueron suprimidas", explicó Létard, quien incidió que la isla de Martinica se encuentra en la misma situación.
Hace más de diez días, en este territorio de unos 250.000 habitantes ha habido movilizaciones masivas en reclamo de más seguridad debido a la alta tasa de criminalidad. Asimismo, exigen mejores servicios de salud y educación y medidas para combatir el desempleo estructural en Guayana Francesa. Este indicador alcanza más del 20%, cifra que aumenta considerablemente entre los jóvenes.
La population de Guyane est et reste mobilisée pour la prise en compte de ses droits oubliés. DÉTERMINÉ. pic.twitter.com/u4MjYlxPL4
— LINGIBE Patrick (@LINGIBE) 31 de marzo de 2017
"Hoy la gente se está dando cuenta que no tenemos ni el dinero ni el poder para combatir esto, porque las personas que han sido elegidas le han mentido al pueblo, diciendo que nosotros tendríamos [la posibilidad de cambiar] todo eso", explicó el político.
Létard vincula la situación económica "catastrófica" de Guayana Francesa al poco poder del territorio para poder decidir sobre sus propios asuntos: "Todo lo que la Guayana pide ahora, no podrá tenerlo, porque no tenemos las competencias necesarias", denunció el político.
Grande marche en #Guyane #NouBonKeSa #RasLeBol #GreveEnGuyane @ pic.twitter.com/nXicXRwEz5
— ® 🇬🇫Sonee973🇬🇫 ® (@Sonee973) 28 de marzo de 2017
Ahora, los guayanenses reclaman un paquete de ayuda económica, así como discusiones para establecer un nuevo estatuto más autónomo. La ministra de Asuntos de Ultramar, Ericka Bareigts, y el ministro del Interior, Matthias Fekl, fueron a Cayena a intentar buscar una solución al conflicto que tiene al territorio bloqueado. Bareigts pidió oficialmente disculpas a los locales por la situación, hecho que inició las negociaciones.
París ofreció un paquete de ayuda de más de 1.000 millones de euros, cifra alejada de los 2.500 millones que piden los manifestantes. Por este motivo, siguen en pie las protestas.
Tenez @ramir_rma pic.twitter.com/I6vXMB6yPv#Guyane #CriseSociale #500Freres
— J. Erstaa (@jerstaa) 26 de marzo de 2017
Sin embargo, los políticos franceses han dado muestra de su desconocimiento sobre el territorio y las riquezas no han redundado en un beneficio para la población. Recientemente, el candidato presidencial Emmanuel Macron se refirió erróneamente a Guayana Francesa como una "isla", hecho que desencadenó la ira de los habitantes.
"Para mí, Macron no es un candidato serio. Es parte de una aristocracia que ni siquiera sabe dónde se ubica Guayana, que la ve con desprecio. Sin embargo, al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, el Gobierno francés vino a Guayana. Tomaron todo el oro de aquí, porque los alemanes habían robado todo lo que había en Francia. En aquella época, Guayana tenía su propia moneda y su propia economía", recordó el entrevistado.
Tellement fière de voir ca… Merci peuple Guyanais, merci. ❤️ #Guyane #NouBonKéSa pic.twitter.com/BkHcvQB387
— educated thug 🇬🇫 (@KarenWeishaupt) 28 de marzo de 2017
Daniel Clet, integrante de la Central de Trabajadores de Guayana Francesa, subrayó en diálogo con Sputnik que las manifestaciones "dejan en claro los puntos esenciales sobre el retraso económico y estructural de Guayana".
"El Gobierno subvaloró las necesidades de Guayana en salud, infraestructura, educación y otros sectores. No existe una visión prospectiva del territorio en cuanto a sus necesidades", explicó Clet.
"Somos un departamento de Francia, pero cuando nos comparamos con las normas europeas, estamos al nivel de un país del tercer mundo, de un país africano", concluyó el sindicalista.