La fuerte emoción se apoderó de los parientes de las 51 víctimas que llegaron en dos aviones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) procedentes de Colombia y que serán velados en el estadio Arena Condá, donde solía jugar el club de fútbol Chapecoense.
El Gobierno comunicó en un principio que Temer no asistiría a la ceremonia abierta al público y que tan solo estaría en el aeropuerto recibiendo los cuerpos de las víctimas y acompañando a algunos familiares, como así ha hecho.
Sin embargo Temer cambió de opinión: "Ayer no podía decir que iría al estadio porque seguridad colocaría pórticos y revisaría a las personas que entran, sólo lo comuniqué ahora para facilitar la vida de todos", argumentó.
Durante la noche del lunes la nave que transportaba al club brasileño Chapecoense a la primera final de la Copa Sudamericana se estrelló en cerro Gordo en las proximidades de Medellín, Colombia, provocando la muerte de 71 personas.
El accidente se produjo por falta de combustible, según informó de manera oficial la estatal Aeronáutica Civil de Colombia.