"La única forma de salir de la crisis que está experimentando el país consiste en mantener un diálogo serio y efectivo que ponga por encima de todo a Argelia y muestre que varias fuerzas de la sociedad están dispuestas a escucharse", cita el periódico al general argelino.
El jefe del Estado Mayor expresó además su confianza en que el pueblo de Argelia "no olvide ni quiera que se repita el período que el país vivió en los años 90".
El 2 de abril pasado, el presidente argelino Abdulaziz Buteflika, de 82 años y en el poder desde 1999, anunció su dimisión, tras una serie de protestas masivas contra su postulación para la quinta presidencia consecutiva, aprovechando el artículo 102 de la Constitución, que prevé una renuncia por motivos de salud.
El jefe de la Asamblea Popular, Abdelkader Bensalah, asumió por tres meses la presidencia interina del país, y anunció la celebración de las elecciones presidenciales adelantadas el próximo 4 de julio.
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La oposición rechaza que Bensalah, considerado un colaborador cercano de Buteflika, participe en la organización del período de transición en Argelia, y el jefe del opositor Frente de Nueva Argelia, Djamel Benabdeslam, aseveró que las protestas continuarán hasta que todos los partidarios de Buteflika dejen el poder.
Después de la partida de Bouteflika, se descubrieron casos de corrupción que salpican a muchos de sus allegados, incluido su hermano Said y los ex jefes de los servicios especiales, que se encuentran bajo investigación.
Se considera que Gaid Salah, quien se encarga de hacer declaraciones políticas con cierta frecuencia , tiene una influencia considerable en la situación del país.
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