Tshisekedi logró 7.051.013 votos, o el 38,57%, comunicó el ente en su cuenta de Twitter.
Otro representante de la oposición, Martin Fayulu, de la coalición Lamuka, recabó 6.366.732 apoyos (34,83%).
El secretario general de la ONU, António Guterres, tomó nota del anuncio hecho por la CENI y exhortó a todas las partes a evitar la violencia y resolver sus disputas electorales a través de los mecanismos institucionales.
A través de su portavoz, Guterres expresó la esperanza de que la CENI, el Tribunal Constitucional, el Gobierno, los partidos políticos y la sociedad civil estén a la altura de su responsabilidad de mantener la estabilidad y las prácticas democráticas en la República Democrática del Congo.
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Mientras, Martin Fayulu ya declaró que no reconoce la victoria de Tshisekedi.
Fayulu exhortó a la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (Cenco) y la Iglesia de Cristo en el Congo (ECC) a que presenten los resultados de sus misiones de observación para permitir que los congoleños sepan quién ganó realmente.
"Todos juntos, digamos no a la manipulación de los resultados y no a la demora electoral. A todos aquellos que han sido conscientes de la verdad de las urnas, especialmente en CENCO y ECC, a través de sus observaciones históricas, les pedimos que revelen al pueblo congoleño y al mundo entero, el nombre de la persona que realmente encarna la elección de nuestra gente", declaró.
Por su parte, Tshisekedi prometió que será "el presidente de todos los congoleños".
"No seré el presidente de un partido político, UDPS, ni de una tribu, los luba. Seré el presidente de congoleños y congoleñas", aseguró.
El ganador resaltó que el proceso electoral se había desarrollado pacíficamente.
"Todos pensaron que llegaríamos al enfrentamiento, a la violencia, al derramamiento de sangre. Nadie podría imaginar un escenario de este tipo en el que un candidato de la oposición saldría victorioso", dijo.
También rindió tributo al actual presidente de la RDC, Joseph Kabila.
La República Democrática del Congo celebró elecciones presidenciales anticipadas el 30 de diciembre.
El mandatario actual, Joseph Kabila, en el poder desde 2001, no se presentó para la reválida, acatando las restricciones legales.
La jornada electoral fue precedida por violentas protestas después de que la CENI cancelara la votación en varias zonas alegando los brotes del ébola y las actividades de grupos insurgentes.
