El conflicto en torno a los cereales ucranianos nuevamente "divide a la UE"

Los países de Europa Central y Oriental quieren prorrogar la prohibición del suministro de grano ucraniano a pesar de las protestas de Kiev y sus amenazas de denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). ¿Qué hay detrás del nuevo escándalo que se está cocinando en la UE?

Varsovia instó a la Unión Europea a prolongar el 12 de septiembre su embargo sobre las importaciones ucranianas de alimentos, entre ellos maíz, trigo, girasol y colza. Según el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, si la Comisión Europea se niega a prestar su oído comprensivo, "lo haremos nosotros mismos porque no podemos permitir una desregulación del mercado".

Al día siguiente, Hungría anunció que había acordado con Rumania, Eslovaquia y Bulgaria prohibir las importaciones de grano ucraniano para blindar sus mercados si la UE opta por no prorrogar la prohibición.

¿Amigos del buen tiempo?

La mayoría de los Estados mencionados anteriormente manifestaron su apoyo al Gobierno de Kiev, y algunos de ellos, especialmente Polonia, enviaron armas o proporcionaron entrenamiento a las tropas ucranianas.

Sin embargo, "los amigos son los amigos y los intereses son los intereses", declaró a Sputnik Gilbert Doctorow, analista de relaciones internacionales y asuntos rusos.

"Cuando se enfrentan a elecciones, los políticos empiezan a escuchar a sus votantes. En Polonia las elecciones son el mes que viene. En los demás países situados en el límite exterior, los comicios parlamentarios nacionales se celebran dentro de menos de nueve meses. Las comunidades agrícolas de todos estos países están furiosas porque el grano ucraniano está arruinando sus mercados nacionales debido a los bajos precios. De ahí las medidas gubernamentales para proteger a sus agricultores contra el grano ucraniano", precisó.

En mayo de 2023, un grupo de naciones de Europa del Este —Polonia, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia y Rumania— llegó a un acuerdo con Bruselas para imponer una prohibición al grano producido por Ucrania desde abril hasta el 15 de septiembre, con el fin de proteger a sus productores nacionales.

El año 2022, Bruselas levantó todos los aranceles y cuotas sobre los productos agrícolas ucranianos en los 27 Estados miembros del bloque, justificando la medida por la necesidad de facilitar su tránsito por todo el mundo, incluida África.

Sin embargo, más tarde resultó que la mayor parte del grano ucraniano barato se quedó atascado en el Viejo Continente, haciendo bajar los precios de las materias primas. Es más, el portal austriaco Exxpress informó en febrero que el trigo ucraniano se utilizaba supuestamente como "alimento para cerdos" en España, en lugar de transferirse a los países pobres del sur global.

¿Van a servir de algo las amenazas de Ucrania de recurrir a la OMC?

Mientras tanto, Kiev declaró que podría recurrir a la OMC por un posible embargo de cereales ucranianos.

"En caso de violación de la legislación comercial en aras del populismo político antes de las elecciones, Ucrania se verá obligada a recurrir al arbitraje de la OMC para obtener una compensación por la violación de las normas del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)", tuiteó el 12 de septiembre el primer ministro de Kiev, Denis Shmyhal.

El funcionario ucraniano insistió en que Ucrania estaba cumpliendo todas sus obligaciones en virtud del Acuerdo de Asociación con la UE y las normas de la organización.

"Esta amenaza suena bien, pero es inútil. La OMC ha sido despojada de sus poderes efectivos para dirimir disputas comerciales debido a la negativa de Estados Unidos a permitir el nombramiento de los jueces necesarios para dotar de personal a los tribunales. Washington ha saboteado la institución", comentó Doctorow.

Además, "la UE será totalmente incapaz de obligar a estos países a seguir sus normas sobre el paso del grano ucraniano a través de las fronteras", según el analista de asuntos exteriores. El especialista espera que la disidencia de los países de Europa del Este y la incapacidad de Bruselas para obligarles a someterse supongan "un grave daño para la reputación de los dirigentes de la UE".

¿Significa esto una nueva división en las filas de la UE?

Para Doctorow, las divisiones en el seno del bloque llevan tiempo creándose y es poco probable que la situación mejore en un futuro próximo.

"La UE ya está dividida. Hungría, como sabemos, se opone a las sanciones [antirrusas]. Eslovaquia, dependiendo de cómo vayan las próximas elecciones, puede unirse a Hungría en contra de potenciales sanciones. Y en materia agrícola, los granjeros franceses protestan enérgicamente contra la carne de pollo ucraniana que inunda su mercado a precios que equivalen a la mitad de los de los productores franceses", asegura Doctorow.

Para complicar aún más las cosas, el fantasma de la recesión sigue acechando a la eurozona. De acuerdo con el Promedio Industrial Dow Jones, compuesto principalmente por acciones industriales, la actividad empresarial europea se contrajo aún más durante el mes de agosto, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre de 2020.

La fracasada contraofensiva ucraniana plantea interrogantes sobre cuánto tiempo tendrán que apretarse el cinturón los Estados miembros de la UE. En este contexto, la disidencia de los actores de Europa Central y Oriental parece ser "la punta de un iceberg mayor".

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