Bolivia y Chile descongelan sus relaciones para proteger la frontera que comparten

El ataque a un ciudadano chileno que pasó a Bolivia para recuperar su camión robado determinó que los Gobiernos de Luis Arce y Gabriel Boric planifiquen cómo controlar un área limítrofe afectada por contrabando, narcotráfico y trata de personas. "Debemos fortalecer los controles en nuestras fronteras", dijo a Sputnik el senador del MAS Hermo Pérez.

A Mario Bello, de nacionalidad chilena, le robaron su camión en la ciudad norteña de Calama. Supuso que su vehículo habría sido trasladado a la vecina Bolivia, y allí se dirigió. En la localidad de Challapata, Oruro, cercana a la frontera, lo encontró. Hizo el reclamo, pero como respuesta recibió un balazo que lo dejó gravemente herido.

El caso decidió a Santiago y La Paz intervenir. El ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, anunció que el 6 de agosto (Día de la Independencia de Bolivia) llegará un equipo de funcionarios de la Administración del presidente chileno, Gabriel Boric, para avanzar en acuerdos que permitan tener mejor coordinación con autoridades del país presidido por Luis Arce.

La reunión, a celebrarse en La Paz, seguirá a la realizada el 12 de julio en Iquique, Chile, entre funcionarios de ambos países.

Se prevé que para finales de agosto los representantes firmarán acuerdos para evitar el traspaso a Bolivia de vehículos robados, también para mejorar el control de las miles de personas que a diario cruzan la frontera, con el objetivo de evitar casos de tráfico y trata.

El senador boliviano Hermo Pérez, del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), afirmó en diálogo con Sputnik: "Debemos fortalecer los controles en nuestras fronteras, así como al interior del país, para hacer cumplir la normativa que tenemos en el Estado".

De esta manera, opinó Pérez, "lograremos desbaratar las intenciones de bandas que trabajan haciendo mal uso de nuestras fronteras, para malestar de toda la población. Entonces requerimos que las autoridades tomen cartas en el asunto y tomen las medidas correspondientes".

Tierra de nadie

El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas, declaró a la prensa que en el tramo fronterizo entre Calama y Challapata hay varios puestos de control policial y militar, pero no son suficientes.

Informó que en los 308 kilómetros de frontera que comparten Bolivia y Chile encontraron 57 rutas clandestinas por donde ingresan vehículos robados, contrabando, narcóticos y personas víctimas de trata.

El diputado del MAS Johnny Pardo indicó a Sputnik que la debilidad de la frontera con Chile afecta fundamentalmente a Bolivia.

"A Chile no le perjudica en nada, excepto obviamente en los autos robados que se internan en Bolivia. Pero el contrabando más bien favorece a Chile y perjudica a nuestro país. En ese sentido, Bolivia es el más interesado en cuidar la frontera y evitar el ingreso de contrabando", aseguró.

De acuerdo con cifras de la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia (CNI), el contrabando mueve unos 3.500 millones de dólares en territorio nacional, que equivalen a un 6,7% del Producto Interno Bruto (PIB). Tan solo por la evasión de impuestos aduaneros, esa actividad criminal genera pérdidas de alrededor de 600 millones de dólares a la economía boliviana.

Asimismo, según la CNI, el contrabando afecta a unos 600.000 trabajadores y 37.000 empresas en Bolivia.

Diálogo en La Paz

Bolivia y Chile rompieron relaciones diplomáticas en 1978, como resultado de la tensión binacional existente desde la Guerra del Pacífico (1879-1884), cuando le fue arrebatado al Estado boliviano la salida soberana al mar, una herida abierta en la conciencia del país sudamericano.

No obstante, las bandas delincuenciales de ambos países comparten un lazo firme y una coordinación que logra burlar los controles fronterizos policiales y militares tanto chilenos como bolivianos.

"Vamos a reencontrarnos en el Estado Plurinacional de Bolivia para suscribir un nuevo instrumento que nos permita tener la información en línea" sobre movilidades robadas en Chile, dijo a la prensa el ministro Del Castillo, tras la reunión en Iquique.

Compartir información entre ambos países "va a permitir no solamente generar de mejor manera el trabajo de la Policía boliviana. También va a ayudar a disminuir la organización criminal dentro de la república de Chile, va a mitigar los efectos de robo en nuestro país hermano", sostuvo.

De esta manera, según el ministro boliviano "ya no vamos a esperar a la burocracia de 10, 15, 30 días o incluso meses para poder recibir una respuesta", en los casos de robo de vehículos en Chile.

"Esto quiere decir que la Policía va a poder realizar operativos en distintas ferias o venta de automóviles [como la existente en la población de Challapata]. En tiempo real se va a poder determinar qué vehículos tienen denuncia de robo internacional por parte de la república de Chile”, sostuvo Del Castillo.

Se prevé asimismo "suscribir un convenio referente a toda la información que nos traspasen de manera digital, en línea, de los vehículos robados. Además, suscribiremos un convenio adicional sobre el tema de trata y tráfico de personas", afirmó el ministro.

Estos acuerdos se firmarán en el marco de la reunión del Comité de Fronteras e Integración entre Bolivia y Chile, que estuvo desactivado durante los últimos cinco años.

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