Un conflicto deja a Argentina sin neumáticos y compromete a la industria automotriz

Conseguir neumáticos se ha vuelto una misión imposible en Argentina, donde un conflicto laboral produjo desabastecimiento y comienza a paralizar a la industria automotriz. Víctor Ottoboni, ex integrante del sindicato, dijo a Sputnik que el sector está controlado por un oligopolio que fija precios que triplican a los de la región.

Las cadenas de producción de la industria automotriz se vieron afectadas en algunas compañías argentinas debido a una escalada de conflictos entre las empresas fabricantes de neumáticos y sus trabajadores. Desde el 24 de septiembre, varias empresas del sector debieron detener su actividad.

La situación preocupa a las patronales, que advierten fuertes subas en los precios de los neumáticos y consecuencias negativas para la economía general del país.

El 26 de septiembre, la subsidiaria argentina de Ford en la ciudad General Pacheco (nordeste de la provincia de Buenos Aires) decidió frenar sus turnos de producción ante el desabastecimiento de neumáticos. La empresa Toyota, por su parte, optó por colocar otras ruedas a sus modelos a la espera de suministros.

De acuerdo al medio argentino La Nación, otras plantas industriales como Volkswagen, también en Pacheco, o Renault, en Córdoba, podrán continuar sus líneas de producción de manera habitual en los próximos días.

En tanto, la empresa General Motors, con sede en la provincia de Santa Fe, no ve afectadas sus líneas de producción debido a que sus cubiertas son importadas desde Brasil.

Durante este período las fábricas de automóviles mantuvieron un stock irregular pero desde el sábado 24 de septiembre dejaron de recibir cubiertas en Argentina debido a que los fabricantes locales paralizaron la producción.

Las medidas surgen tras la intensificación del conflicto entre los fabricantes Fate, Pirelli y Bridgestone con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna). La disputa entre los trabajadores y la patronal ya lleva más de cinco meses y requirió la intermediación del Ministerio de Trabajo, cartera desde la cual aún se buscan soluciones tras 34 audiencias y ningún acuerdo entre las partes.

En un comunicado de prensa, Bidgestone anunció que cerró temporalmente su actividad en el país y que se reanudarán las operaciones cuando se pueda "garantizar la seguridad de todos los colaboradores".

Ante este escenario, las empresas advierten que la actividad del sector es fundamental para la matriz económica y productiva del país, que atraviesa una inflación acumulada de 56,4%.

Argentina abastece el 60% del mercado de neumáticos con producción nacional, mientras que el resto proviene de importadoras como Michelin, Goodyear, Prometeon y Continental, que poseen sus propias distribuidoras.

De acuerdo a Página12, en 2021 el país produjo 8 millones de unidades. Del total, la quinta parte se destinó a exportación. Sin embargo, Argentina importó 5 millones de cubiertas ese año y la tendencia desde 2019 muestra un crecimiento en las importaciones, así como el aumento de precios de casi 80% respecto al 2021.

Una cubierta de Pirelli, que en 2021 costaba 10.367 pesos argentinos, actualmente se ofrece en el mercado a 31.358 pesos argentinos (109 dólares de acuerdo al valor del dólar "blue").

Mientras el conflicto no se resuelve, los argentinos han optado por adquirir las cubiertas en el país vecino Uruguay, en búsqueda de mayor variedad y mejores precios.

Negociaciones infructuosas

"No hubo acuerdo, no prosperó la reunión, que pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles", explicó a Sputnik Víctor Ottoboni, luego de una audiencia en el Ministerio de Trabajo de Argentina que el lunes culminó sin acuerdo.

El gremio, que decidió continuar con las medidas de fuerza, mantiene paralizadas desde el miércoles las plantas de las tres empresas de neumáticos que controlan el sector: la japonesa Bridgestone, la italiana Pirelli, y la argentina Fate.

Como operario de mantenimiento de esta última compañía, Ottoboni aseguró que desde marzo, que comenzó el reclamo salarial, se celebraron una treintena de audiencias en el Ministerio de Trabajo, sin que las empresas accedieran a equiparar los sueldos de los trabajadores a la inflación.

El encarecimiento de bienes y servicios llegó al 78,5% en el último año, pero las empresas de neumáticos habían ofrecido hasta ahora un aumento de 50% para el período julio 2021-julio 2022.

El conflicto escaló el miércoles, cuando los trabajadores realizaron una acampada de protesta frente a la cartera laboral ante la intención de los fabricantes de dar por concluidas las negociaciones salariales con un incremento adicional del 16%.

"Las patronales quisieron dar por cerrado el punto de la revisión salarial, ratificaron el 16% que venían proponiendo, y quisieron iniciar nueva paritaria (negociación salarial) para 2023 con un incremento de 38 por ciento", detalló Ottoboni.

El rechazo a negociar por parte de los fabricantes "generó bronca entre los compañeros del gremio y se respondió con paro indeterminado en las tres fábricas", añadió.

Descontento general

Las empresas también se negaron a considerar el pago al 200% de las horas trabajadas los fines de semana, un beneficio que rigió hasta 1997 y que Sutna esperaba que se reimplantase, según se votó de forma unánime en una asamblea general celebrada en abril.

"La industria del neumático no para nunca, las fábricas producen 24 horas los siete días de la semana, y lo trabajadores tenemos que estar sábado y domingo, mañana, tarde y noche; por este esfuerzo, que implica perder vida social y poder estar con los amigos, es que se pide esta remuneración para poder compensar", refirió Ottoboni.

Bridgestone, Pirelli y Fate tienen en el país un oligopolio que les lleva a ponerse de acuerdo y a vender los neumáticos a precios que duplican o triplican los valores de países vecinos como Brasil, Chile y Uruguay, afirmó el representante del gremio.

"El Gobierno, que tiene un problema por la falta de dólares, cerró las importaciones con la pandemia y restringió la venta de divisas, lo que generó una situación ventajosa para que las tres empresas pudieran copar más el mercado local, imponiendo precios elevadísimos", señaló.

En promedio, un trabajador de Bridgestone o Fate cobra unos 140.000 pesos al mes (919 dólares al cambio oficial), mientras que Pirelli paga un 15 por ciento menos.

"Nuestro salario tiene un componente grande adicional, porque si fuera por el salario básico, tendríamos sueldos de pobreza", puntualizó Ottoboni.

Las condiciones laborales en la fábrica japonesa y en la italiana suele ser de seis días de trabajo por uno o dos de descanso, mientras que en Fate, la mayoría tiene un régimen de siete días de actividad por uno de receso. Todos los trabajadores rotan.

Sutna también cuestiona las condiciones de trabajo de los operadores, al plantear que faltan medidas de seguridad.

"El año pasado, en Pirelli, un trabajador que estaba contratado sin ser de planta y que tenía cinco meses de antigüedad fue atrapado por una máquina que no estaba en condiciones de ser usada porque no funcionaba el sistema de seguridad, le arrancó el brazo y lo mató", ejemplificó Ottoboni.

Los neumáticos fabricados por Bridgestone y Pirelli se envían a automotrices locales, mientras que Fate, que se centra en las unidades de reposición, exporta la mayoría de su producción.

El conflicto en el sector de neumáticos ha afectado el suministro de las plantas automotrices, lo que ha llevado a que algunas terminales detengan su actividad.

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