Lavrov responde a las preguntas de los medios rusos y extranjeros

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha concedido una entrevista para responder a las principales preguntas de los medios de comunicación rusos y extranjeros en Moscú en torno a varios temas de actualidad, entre ellos la operación rusa para desmilitarizar y desnazificar Ucrania.

El ministro de Exteriores de Rusia catalogó las restricciones que Occidente impone a Moscú como un "impuesto a la independencia".

"Las sanciones son una especie de impuesto a la independencia", dijo Lavrov en una rueda de prensa con varios medios nacionales y extranjeros.

El canciller indicó que varios países han sido objeto de una presión colosal para que prohíban a sus compañías trabajar en Rusia, uno de los mercados más grandes de Europa.

"Si bien es cierto que esto afecta a la economía y al sector social, estoy completamente seguro que resolveremos todos los problemas que nos genera Occidente", destacó.

El jefe de la diplomacia también subrayó que Rusia nunca se someterá al dictado de nadie.

"Recordad nuestra historia: nunca hemos hecho pactos bajo el dictado de nadie", remarcó, apuntando que los cálculos de los que esperan esto están errados.

Durante la entrevista Lavrov confirmó que Rusia y Ucrania volverán a negociar este 3 de marzo.

"Las condiciones mínimas para nosotros son conocidas, están siendo discutidas, en particular, en las negociaciones con la parte ucraniana, tal como fue en Gómel, como tiene que celebrarse hoy", dijo.

Lavrov no tiene dudas de que se encontrará una solución a la situación en Ucrania y asegura que las exigencias rusas son mínimas.

"No podemos permitirnos que una amenaza de ataque directo a Rusia proceda desde Ucrania", señaló.

Al comentar las acciones de los militares rusos en Ucrania, Lavrov subrayó que las autoridades rusas están "convencidas de que estamos haciendo lo correcto".

"Corresponde al propio pueblo ucraniano, o más bien a todos los pueblos que viven en la Ucrania multiétnica, decidir cómo debe vivir Ucrania y quién debe ser elegido para dirigirla", dijo.

El canciller ruso afirmó que Rusia no permitirá ninguna provocación para que la desequilibre y se muestra dispuesta para un diálogo con los países occidentales solo sobre la base de los intereses de cada uno.

Tras ocho años de intentos de desbaratar los acuerdos de Minsk, el silencio no es un triunfo diplomático de Occidente, indicó el ministro de Asuntos Exteriores ruso.

"Europa está tratando de cerrar los medios rusos que cubren lo que está pasando en Ucrania", destacó Lavrov.

El ministro enfatizó que la guerra nuclear está en la cabeza de Occidente, no en la de los rusos.

Lavrov también subrayó que Moscú no justifica ninguna acción que lleve a la muerte de civiles.

"La 'operación especial' en Ucrania es una decisión forzada porque Occidente no nos escuchaba. Y nos estuvieron engañando durante los últimos 30 años, desde 1991"", dijo.

Occidente intenta utilizar la situación en Ucrania como un "pretexto e instrumento" para no permitir a Rusia desarrollar una política independiente, afirmó Lavrov.

"En Occidente intentan utilizar la situación en Ucrania como un pretexto e instrumento para impedir que Rusia aplique una política independiente", dijo Lavrov.

El canciller señaló que Rusia no permitirá la violación permanente de sus intereses.

"No nos falta buena voluntad, pero no podemos permitir ni permitiremos que nuestros intereses se vean constantemente vulnerados de la forma más brutal creando amenazas físicas a la seguridad de Rusia", señaló el jefe de la misión diplomática.

Lavrov afirmó que Rusia continuará su operación militar especial en Ucrania incluso cuando las negociaciones entre las delegaciones de los dos países estén en curso.

"Estamos dispuestos a negociar, pero continuaremos nuestra operación porque no podemos permitir que se mantenga en Ucrania una infraestructura que amenace la seguridad rusa", concluyó el ministro.

El canciller enfatizó que la operación será completada e indicó que los posibles acuerdos de paz entre Rusia y Ucrania deberían incluir de manera obligatoria una cláusula sobre la eliminación de armas que amenacen a Moscú.

OTAN y Ucrania hablan de una guerra nuclear "para cultivar en el público la rusofobia"

La OTAN y Ucrania hablan de la posibilidad del estallido de una guerra nuclear, en particular, para espolear la rusofobia, destacó Lavrov.

"Contrariamente a lo que dicen los analistas occidentales, Rusia no se atiene al principio de "escalada en aras de desescalada". Hoy día se habla de una guerra nuclear. Les pido a ustedes que estudien atentamente las respectivas manifestaciones y miren a los personajes que las hicieron", declaró el canciller.

Lavrov recordó que de tal perspectiva hablaron primero el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y luego Volodímir Zelenski.

A juicio del canciller, Occidente usa el tema de una guerra nuclear o de la tercera conflagración mundial para nutrir la rusofobia.

"Ellos lo necesitan para mantener en permanente tensión al público occidental y cultivar en él la rusofobia", subrayó.

Mediación de Macron

Rusia celebra las gestiones de mediación que está realizando el presidente francés, Emmanuel Macron, en la situación en torno a Ucrania, aseguró Lavrov.

"Acogemos con beneplácito los esfuerzos del señor Macron", dijo Lavrov.

Según el alto diplomático, el presidente ruso, Vladímir Putin, le explicaba a Macron muchas veces qué opciones ve Moscú en la situación actual.

Este jueves, continuó, los dos mandatarios mantiene otra conversación telefónica.

El 2 de marzo la delegación rusa llegó a Belovézhskaya Puscha, reserva natural de Bielorrusia para continuar con las negociaciones sobre la operación militar rusa en Ucrania.

La primera ronda de negociaciones que sentó a las partes en Bielorrusia concluyó el 28 de febrero, aunque sin lograr acuerdos importantes.

Además, expresó sus profundas condolencias por el fallecimiento de civiles en Ucrania durante la operación especial rusa.

El canciller subrayó que cualquier vida humana no tiene precio, pero señaló que, por desgracia, cualquier hostilidad está asociada con bajas no solo entre el personal militar, sino también entre los civiles.

El 21 de febrero, Rusia reconoció la independencia de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk mediante dos decretos. Los líderes de estas Repúblicas pidieron ayuda militar a Moscú para proteger sus territorios soberanos y proteger la vida de la población civil que ha vivido durante ocho años con constantes ataques militares iniciados por las fuerzas de Ucrania. En respuesta, el presidente ruso Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el inicio de una operación militar especial en Ucrania con el fin de desmilitarizar y desnazificar el lugar para terminar con la guerra que inició Kiev en 2014 contra estas Repúblicas.

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