Epidemia de golpes de Estado en África: "La democracia es la salida ante los autoritarismos”

El historiador argentino y africanista Omer Freixa reflexionó sobre los aspectos que están detrás de la sucesión de golpes de Estado e intentos en varios países africanos. "Hay un sentimiento antifrancés en ascenso muy marcado que replantea el equilibrio de fuerzas en toda África Occidental", sostuvo.

África atraviesa una oleada de golpes militares que en muchos casos cuentan con apoyo de parte de la ciudadanía, desesperada por la inseguridad ante el avance de grupos extremistas, la ausencia de perspectivas para su juventud y la corrupción de los dirigentes políticos.

Los sucesos más recientes ocurrieron el 31 de enero, en Guinea-Bisáu, con el intento de golpe de Estado sofocado contra el presidente Umaro Sissoco Embaló.

Una semana antes, en Burkina Faso militares agrupados en el Movimiento Patriótico para la Salvaguardia y la Restauración derrocaron al presidente Roch Marc Kaboré.

El coronel Paul-Henri Sandaogo Madiba acusó al mandatario depuesto de no hallar una solución al problema de seguridad en el norte y el este del territorio, escenario de reiterados ataques yihadistas.

A esto se suma Malí, en una tensión creciente con Francia después de la decisión de la Junta Militar de Bamako —en el poder después de dos golpes militares en 2020 y 2021— que le exigió la salida del país del embajador francés porque su país considera "ilegítima" a la Junta.

Omer Freixa, historiador argentino y africanista, dijo a Telescopio que el continente más pobre del mundo tiene "un futuro complicado. Hay una expectativa por una mejora de las necesidades básicas insatisfechas en el corredor que va desde el Mar Rojo al Océano Atlántico”.

"En dos países, en particular donde además se suma el yihadismo como cuestión puntual y reclamos de seguridad de la ciudadanía, Malí y Burkina Faso, sus situaciones económicas son muy comprometidas, con altos índices de desempleo y en donde la sociedad en general ve un distanciamiento entre la élite y las necesidades de la gente", agregó.

Para el entrevistado este contexto "suma a un cóctel explosivo bajo el ropaje de una oleada de golpes de Estado que cuentan con el beneplácito de una parte de la ciudadanía, pero también con amplios sectores que rechazan estos movimientos".

Freixa alertó sobre el valor que se le da a la idea de que "los regímenes autoritarios son una especie de catalizadores y de herramienta exitosa para hacerle frente a un momento difícil en donde se requiere seguridad".

"No obstante, hay que señalar que la democracia existe en África más allá de este efecto contagio, que no llegó a afectar ni a una decena de los más de 50 países que conforman el continente", aclaró.

Para Freixa, esta explosión de golpes de Estado "aunque genera temores, no ha impactado en las democracias más sólidas. Creo que la democracia es la salida porque históricamente las dictaduras y autoritarismos no han podido resolver los problemas de fondo".

Consultado sobre el tenor de la respuesta internacional, Freixa indicó que existe "un doble discurso donde se habla del respeto a los derechos humanos y a la democracia. Pero por otro lado las potencias también maquinan en bastidores y hacen sus negociados".

En todo este proceso, Freixa puso como ejemplo a Francia. "Se está retirando del escenario en medio de una serie de protestas que vienen desde África y que muestran un sentimiento anti francés en ascenso muy marcado que plantea el equilibrio de fuerzas en toda África Occidental", expresó.

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