Cómo se celebran las fiestas decembrinas en Nicaragua

Las celebraciones navideñas y de fin de año comienzan en Nicaragua luego de los días 7 y 8 de diciembre, marcados en el calendario decembrino con las festividades La Purísima y la Gritería, dedicadas a la Virgen María, la colocación de adornos alusivos a la fecha y la incorporación de costumbres autóctonas a esa liturgia importada.

Mario Miguel Cienfuegos, antropólogo, doctor en Historia y director del Departamento de Antropología de la Universidad Nacional Autónoma de Managua (UNAN-Managua), advirtió a Sputnik que el 24 de diciembre comprende más bien una reunión familiar que comienza desde la mañana con la elaboración de los alimentos seleccionados para la ocasión.

"Ese día generalmente no almorzamos, pues dedicamos la jornada a la preparación de un plato típico de gallina rellena que implica primero matar al animal, desplumarlo, destazarlo y luego elaborar los vegetales incluidos dentro de la receta. Entonces, alrededor de las siete de la noche es que nos sentamos todos juntos a la mesa", explicó el académico.

La comida recibe el nombre de recalentada, ya que los nicaragüenses la consumen también durante el 25 y 26 de diciembre. Los ciudadanos de la costa del Pacífico, por ejemplo, acostumbran además buscar lugares de descanso, cercanos a playas, lagunas y ríos, a modo de "despojo de todo el estrés que causó la noche anterior", argumentó.

Las celebraciones navideñas y de fin de año comienzan en #Nicaragua luego de los días 7 y 8 de diciembre, marcados en el calendario decembrino con las festividades La Purísima y la Gritería, dedicadas a la Virgen María. pic.twitter.com/R3ABBezQHD

— Sputnik Reporteros (@Sputnik_Report) December 30, 2021

El experto aludió a las alternativas empleadas por los ciudadanos frente a la carencia de recursos, como consecuencia del bloqueo impuesto por Estados Unidos, tras el triunfo de la Revolución el 19 de julio de 1979 y la llegada al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el presidente, Daniel Ortega.

"Nosotros innovamos, no teníamos el típico árbol de plástico que comercializaban en las tiendas y nuestro clima tampoco nos permitía el tradicional pino. Lo que hacíamos en aquel entonces era tomar una rama seca, la cubríamos con algodón y comenzábamos a forrar con papel de regalo las cajitas de fósforos. De una forma u otra en cada hogar estaba presente la navidad", recordó.

Costumbres y regiones

Navidad y Año Nuevo se conmemoran de maneras diversas en Nicaragua. Por ejemplo, en la región del Caribe subsiste un fenómeno social entre los misquitos —grupo étnico indígena de Centroamérica—, asociado a estas fiestas de finales de año y al plato conocido como luk luk, confeccionado a base de carne de res y yuca e incorporado a la dinámica comunitaria en este periodo.

"La persona que posee ganado mata una vaca y esa carne es repartida entre las familias de barrios pequeños, con lo cual se fortalecen los lazos vecinales y se refuerza el prestigio", explicó Cienfuegos.

"En el Caribe Sur, por su parte, los representantes de la etnia creole celebran el Harvest Day y durante sus visitas a la Iglesia morava, llevan productos del campo: plátanos, cocos y quequisque", añadió.

Igualmente, acuden al espacio religioso con recetas derivadas de esos insumos como queques, bizcochos o tortas de arroz y el reconocido rondón, un platillo tradicional con ingredientes propios de la zona, entre ellos, pescado, caracol, yuca, plátano, fruta de pan y leche de coco.

Las personas comparten también con los parroquianos sopas, dulces, alimentos fritos y piezas de artesanía e instrumentos musicales como el pescado, la concha de tortuga y los ralladores de coco, es decir, "deviene en la colecta para una feria donde esas creaciones se comercializan a un menor costo y con el dinero recaudado reparan la iglesia o atienden a personas vulnerables", precisó.

Asimismo, en las ciudades de Masaya y Granada (oeste) son comunes Las Posadas o Pases del Niño Dios, una práctica que involucra al párroco y a devotos en una procesión con niños disfrazados de José, María y algunos pastores. Al llegar a una casa con la puerta cerrada, cuyos propietarios conocen de antemano como el destino de la ceremonia, los pequeños cantan coplas y piden posada pues "María va a parir".

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El antropólogo nicaragüense contó cómo los moradores niegan la entrada de los caminantes en primera instancia, tal como ocurrió en Belén —donde según refiere la Biblia se ubicaba el pesebre de Jesús de Nazaret—, luego los concurrentes pueden entrar y, durante nueve días, repiten la misma caminata a diferentes hogares.

Realizan, asimismo, las Pastorcillas, una vistosa y concurrida procesión por las principales calles de la ciudad de Masaya, durante la cual una pareja de niños vestidos como María y José caminan seguidos por una larga fila de niñas entre 5 y 10 años, vestidas de pastorcitas bíblicas con canastas y bastones, junto con los familiares y los demás fieles.

En otros lugares del país centroamericano, esta época del año coincide con las fiestas patronales, entre ellas la dedicada a San Silvestre, el 30 de diciembre en el municipio de Catarina. La celebración comprende un desfile detrás de la imagen del santo por todo el pueblo, acompañado de música y fuegos artificiales.

Fin de año para los amigos

Para Cienfuegos, el 31 de diciembre en Nicaragua resulta una reunión entre amigos, donde los asistentes acuden al lugar escogido para la fiesta con bebidas, postres, comida o hielo. "Conforman una especie de olla comunal, aderezada por el empleo de fuegos artificiales después de las 12 de la noche con el propósito de agradecer el advenimiento del Año Nuevo".

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Cienfuegos aseguró que el uso de la pólvora se remonta a comienzos del siglo XVI, a modo de aviso de la llegada de los sacerdotes a los pueblos y la posterior realización de bautizos, comuniones y matrimonios para aprovechar la visita de esa autoridad religiosa. Desde entonces, la magia y el color vinculada a ese espectáculo se mantiene en varias festividades.

Por su parte, Milton Flores, antropólogo y profesor de la UNAN-Managua consideró a Sputnik que, independientemente de las peculiaridades de estas fiestas, la fecha constituye la oportunidad de reencontrarse con la familia que vive en otros departamentos o países, la defensa de los ritos culinarios y los hábitos relacionados con su preparación.

"Una de las más comunes está enlazada con el chompipe o el pavo. En la infancia de los nicaragüenses queda como un registro histórico y memoria pues al animal se le tiene que embolar [emborrachar[ para que no le entre miedo y, como decimos coloquialmente, no se malogre la carne. Comienza entonces a bailar y es el momento de cortarle la cabeza", detalló.

Las tradiciones de origen católico, revelaron los antropólogos, corresponden a la usanza exportada por los colonizadores españoles, si bien la mayoría de ellas fueron enriquecidas, diversificadas y modificadas durante el proceso de mestizaje, fenómeno determinante en la idiosincrasia y cultura actual del nicaragüense.