Tensa calma en Haití tras el magnicidio de Jovenel Moise

SAN SALVADOR (Sputnik) — Una tensa calma, impuesta por un estado de sitio, se respira en todo Haití tras el asesinato del presidente Jovenel Moise a manos de un comando fuertemente armado que irrumpió la pasada madrugada en su residencia.

El asalto a Pelerín 5, la mansión presidencial en el oriental barrio de Pétionville, en Puerto Príncipe, sacudió aún más a una sociedad históricamente beligerante y particularmente revuelta desde febrero de 2019, cuando estallaron protestas contra Moise.

Varias fuentes consultadas por Sputnik confirman la quietud imperante en la capital, con efectivos de la Policía Nacional de Haití (PNH) desplegados en diversos sectores, sin que trasciendan nuevas versiones oficiales sobre el magnicidio.

El crimen ocurre apenas una semana después del asesinato del periodista Diego Charles, de la emisora Radio Vision 2000, y de la feminista Antoinette Duclaire, ambos ejecutados presuntamente por las bandas que asolan la nación caribeña hace meses.

La población optó por permanecer en sus hogares, pendientes de cómo evolucionan los acontecimientos en Haití, donde el transporte público interrumpió operaciones y a los socorridos mototaxis no se les ve en las esquinas, a la caza de pasajes.

A la espera de los pronunciamientos oficiales, las redes sociales se inundan con teorías y mensajes divididos respecto al legado de Moise, a quien la oposición responsabilizó por la crisis económica que desató las protestas antigubernamentales en 2019.

Los medios prefieren ser cautos en la información, y recomiendan quedarse en casa, más porque persisten los elevados índices de criminalidad y el imperio de la violencia que imponen múltiples bandas armadas en sus territorios.

Reacciones políticas

Varias figuras influyentes de la política en Haití se pronunciaron de inmediato contra el crimen. El expresidente Michel Martelly (2011-2016) lo definió como "un duro golpe" para el país "y para la democracia haitiana que lucha por encontrar su camino".

El también expresidente Jocelerme Privert (2016-2017) recurrió a las redes sociales para condenar "el vil y brutal asesinato" de Moise, y afirmar que "Haití atraviesa ahora uno de los peores episodios en su camino hacia la democracia".

"Con la mayor vehemencia condeno este odioso crimen que recuerda la urgente necesidad del gran diálogo haitiano. Debemos estar de acuerdo con nuestras instituciones", tuiteó el titular del Senado, Joseph Lambert.

La Dirección Política de la Oposición Democrática condenó el asesinato de Moise y pidió a la PNH adoptar medidas para proteger la vida y la propiedad de la ciudadanía, a tenor de la complicada situación que vive el país.

"Vemos que se siguen matando ciudadanos en el país. Nadie, ni ningún sector de la sociedad, está protegido de los actos de asesinato", señaló a su vez el movimiento Nou Pap Dòmi (No podemos dormir), plataforma antigubernamental de resistencia pacífica.

Nou Pap Dòmi instó en un comunicado a protestar contra la banalización de la vida en Haití, poner fin al "reinado de la impunidad" y garantizar justicia para las víctimas de asesinatos y masacres derivados de las protestas contra la gestión de Moise.

"Recomiendo a todos los sectores organizados del país reflexionar sobre las acciones a tomar de inmediato para calmar la situación y tomar decisiones que eviten lo peor", tuiteó a su vez el excandidato presidencial, Eric Jean-Baptiste.

Violencia e impunidad

La inseguridad ha sido, paradójicamente, lo único seguro en Haití durante los últimos meses. Eso y la impunidad: cualquiera que salga a la calle es proclive a ser asaltado, en el mejor de los casos. En el peor, acaba muerto.

De hecho, el 5 de julio, bandas armadas en Martissant, en la periferia sur de Puerto Príncipe, dispararon contra una ambulancia que pasaba por la zona, y una enfermera que iba dentro recibió un balazo en la cabeza.

El asesinato de Moise genera mucha incertidumbre sobre el futuro inmediato del país, y un posible escenario de caos institucional, crimen organizado y autoridades enfrentadas en la lucha por el poder, a dos meses de las elecciones generales.

La oposición haitiana reclamaba la salida del poder de Moise, alegando que su mandato presidencial había concluido el pasado 7 de febrero, mientras que el presidente insistía en que su periodo de Gobierno concluía en febrero de 2022.

Para esa fecha estaba previsto un referéndum convocado por Moise para aprobar una nueva Constitución que reemplazara la Carta Magna de 1987, que prohíbe la celebración de cualquier consulta para cambiar la ley fundamental.

De momento, ya República Dominicana cerró todos sus puntos fronterizos con Haití, y movilizó a sus efectivos militares y policiales, previendo un deterioro de la interminable crisis de sus vecinos.