El presidente Moise se convirtió en un mártir del pueblo haitiano

LA HABANA (Sputnik) — El asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moise, termina convirtiéndolo en un mártir del pueblo, aseguró a Sputnik el activista social del país caribeño Wendy Osirus, fundador del Movimiento por los Derechos Humanos, la Paz y la Justicia (Momdha), después del magnicidio ocurrido en Puerto Príncipe.

"Con su muerte, Moise termina convirtiéndose en un mártir, y esto ha provocado que el pueblo tenga un sentimiento negativo a todo lo que apunte a criticar al asesinado mandatario, porque ya empezaron a verlo como una víctima. La población está consternada, confundida, triste, ultrajada, como un grupo de ovejas sin pastor", expresó Osirus a través de un contacto telefónico.

El activista social haitiano considera que todavía es muy reciente poder tener una opinión definida de lo que acaba de suceder en el país.

"Haití es un país que vive una profunda crisis, pero de cara a ese magnicidio hay muchas opiniones encontradas, pues el presidente Moise, durante su mandato sufrió persecuciones y ataques permanentes, pues existen intereses afectados por sus políticas de transformación y a favor de la población más desprotegida", recalcó el fundador de Momdha.

"Habrá que esperar al resultado de las investigaciones que hagan personalidades e instituciones creíbles que puedan aportar datos contundentes acerca de lo que realmente sucedió", sentenció Osirus.

Impacto social del magnicidio

Según el entrevistado, antes del magnicidio "la gente ya podía presentir que algo podía pasar. Llama la atención que todos los movimientos fuertes de protestas han ocurrido solo en la capital Puerto Príncipe".

En el resto de los departamentos del país, aclara Osirus, el presidente Moise había conectado con el pueblo a través de obras y programas sociales a favor de la población.

Desde principios de este año, la capital haitiana ha sido escenario de fuertes y violentas manifestaciones callejeras que reclamaban la salida del poder del asesinado presidente, instigadas por partidos políticos de la oposición.

"A esto se une que los empresarios nacionales y otros intereses internacionales son los que mueven los recursos e inciden también en el pueblo, que tenía sentimientos encontrados, unos con la mirada en el desarrollo que podría aportar estos intereses foráneos, y otros con esperanzas hacia las políticas sociales de Moise de rescatar la agricultura, la educación, con una tendencia de aceptación, tolerancia y resiliencia", añade el activista.

"Aunque la situación estaba mal en el país, la gente estaba conectada con el presidente a través de sus políticas gubernamentales, y que pudiera cambiar las cosas a corto, mediano, y hasta a largo plazo", subrayó.

Incremento de la violencia

Para el fundador de Momdha, Haití es una nación que está divida.

"Cuando la gente tiene hambre a veces no piensa, la vulnerabilidad ha llegado al límite", comentó.

Aseguró además que el presidente Moise representaba la visión del pueblo haitiano.

"Era un hombre del campo, luchador, la expresión de la gran mayoría. Al asesinarlo de manera tan vil, siendo el presidente de la República, aun con errores como los tiene cualquier ser humano, puede hacer más tenso el clima de revueltas en Haití. Eso puede pasar", profetizó Osirus.

También consideró que en este momento de profunda crisis "hay que defender el compromiso institucional de Haití".

"Lo que pasó con el presidente Moise es una declaración de guerra contra el pueblo haitiano, por lo que la comunidad internacional debe dejar a un lado la indiferencia y mostrar solidaridad para apoyar las instituciones, el ejército, la policía, y la justicia", enfatizó Osirus, quien considera que en este momento, "más que nunca, la humanidad tiene un compromiso con Haití".

Moise fue asesinado en la madrugada del 7 de julio cuando varios individuos irrumpieron en su residencia privada y dispararon contra él y su esposa, quien se encuentra herida de gravedad.