La OSCE asegura que prioriza la solución del conflicto en Donbás

VIENA (Sputnik) — La búsqueda de una solución pacífica y duradera a la crisis en Ucrania es la prioridad más urgente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), declaró en una entrevista con Sputnik la nueva secretaria general del organismo, Helga Schmid.

"La búsqueda de una solución pacífica y duradera a la crisis en Ucrania y en sus alrededores es la prioridad más urgente para la OSCE. Aunque saludamos la relativa calma de la actual situación de seguridad, las personas que viven en las zonas afectadas por el conflicto merecen estabilidad y seguridad duraderas en su vida diaria", dijo Schmid que asumió el cargo en diciembre pasado.

La secretaria general afirmó que los conflictos prolongados seguirán siendo el foco de atención de la OSCE.

"Continuaremos nuestros esfuerzos de mediación a través de los copresidentes del Grupo de Minsk a fin de promover una solución duradera del conflicto en Nagorno Karabaj y en sus alrededores, teniendo en cuenta el acuerdo trilateral del 9 de noviembre", indicó.

Asimismo, Shmid recordó que la OSCE sigue participando en el proceso de solución del conflicto de Transnistria, así como en las discusiones internacionales de Ginebra, donde la OSCE está cooperando con la ONU y la UE.

La ejecutiva señaló que la cumbre del Cuarteto de Normandía (Rusia, Ucrania, Alemania, Francia) podría impulsar los esfuerzos para una solución al conflicto en el este de Ucrania.

"La pregunta sobre la cumbre debe dirigirse a los participantes del formato de Normandía, pero podría ayudar a dar un impulso político a los esfuerzos encaminados a lograr un acuerdo, como fue después de la cumbre de París en diciembre de 2019", dijo.

Según Schmid, la voluntad y la acción políticas siguen siendo esenciales para lograr avances en la implementación de los Acuerdos de Minsk.

Además, pidió a las partes del conflicto en Ucrania que cumplan con sus compromisos y acuerdos logrados para establecer la paz y la estabilidad en la región.

"Insto a todas las partes a implementar y respetar plenamente los acuerdos ya alcanzados, que son: retirarse, retirar las armas y desminar (los territorios). También les pido que protejan la vida de los civiles, así como que garanticen la protección de los lugares clave de la infraestructura civil", dijo Schmid.

Schmid, además, apuntó que la situación en Donbás sigue siendo frágil y "se necesitan más esfuerzos no solo para garantizar la sostenibilidad del alto el fuego, sino también para aprovecharlo con el fin de avanzar en otras áreas".

La OSCE, añadió, incluidos la Misión Especial de Observación de la OSCE en Ucrania, la representante especial Heidi Grau, y cuatro coordinadores de grupos de trabajo en el Grupo de Contacto Trilateral, siguen comprometidos a brindar cualquier ayuda a ambas partes del conflicto para avanzar en la solución de la crisis ucraniana.

Schmid apuntó que la OSCE continuará ayudando en el proceso de implementación de los acuerdos de Minsk que son "los únicos documentos firmados por las partes que ofrecen un camino a seguir".

"La OSCE seguirá ayudando en la implementación de los acuerdos y avanzando hacia una solución sostenible", indicó.

La secretaria general señaló que la OSCE está dispuesta a seguir trabajando con todos sus socios dentro del organismo y con todas las partes interesadas para lograr avances.

Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio —Donbás— donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.

Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, cuyo resultado la ONU estima en unos 13.000 muertos, pero no han derivado hasta ahora en su cese.

Conflicto en Nagorno Karabaj

Helga Maria Schmid declaró que los representantes de los bandos del conflicto en Nagorno Karabaj deben evitar una retórica provocativa.

La funcionaria recordó que los copresidentes del grupo de Minsk de la OSCE dirigen los esfuerzos internacionales para apoyar a las partes en la búsqueda de una solución amplia y duradera del conflicto, labor que continuaron después de la reciente escalada.

"Las partes también deben esforzarse por poner fin a la retórica provocativa, colaborar con las organizaciones internacionales para prestar ayuda humanitaria a las poblaciones afectadas por el conflicto y proteger el patrimonio cultural y religioso", dijo.

La jefa de la OSCE llamó además a "fortalecer el alto el fuego", que permitirá tomar otras medidas para estabilizar aún más la situación, "con el objetivo final de establecer una paz duradera para los pueblos de Armenia y Azerbaiyán".

Las hostilidades entre Armenia y Azerbaiyán volvieron a estallar el 23 de septiembre con grandes bajas en ambos bandos.

El 10 de noviembre se alcanzó un alto el fuego en Nagorno Karabaj con la mediación de Rusia. El acuerdo sellado contempló el despliegue de un contingente de paz ruso en la línea de separación entre las tropas armenias y azeríes para vigilar el cumplimiento del armisticio.

Nagorno Karabaj, de población mayoritariamente armenia, es foco de conflicto desde que decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.

Situación en Bielorrusia

Asimismo, Helga Maria Schmid agregó que la OSCE está dispuesta a promover una resolución de la crisis actual en Bielorrusia en la medida de lo posible.

"Estamos dispuestos a ayudar donde podamos, dándonos cuenta de que le incumbe a Bielorrusia y su pueblo encontrar una solución duradera", afirmó.

Agregó que "como una organización que tiene un mandato bien establecido en el ámbito de la democracia y los derechos humanos, la OSCE ocupa un lugar excepcional para apoyar al país en el cumplimiento de sus compromisos con la OSCE".

La nueva secretaria general de la OSCE recordó también que tanto Suecia como Albania —los presidentes actual y anterior de la organización, respectivamente— se ofrecieron para visitar Bielorrusia con el fin de propiciar el diálogo, expresando la esperanza de que Minsk acepte esta propuesta.

Bielorrusia es escenario de protestas, desde el 9 de agosto, contra los resultados de las elecciones presidenciales que revalidaron un nuevo período del actual mandatario, Alexandr Lukashenko.

Para reprimir las protestas los agentes de seguridad usaron gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras.

Según el Ministerio del Interior bielorruso, las movilizaciones se saldaron con tres muertos, centenares de heridos, entre ellos más de 130 agentes, y más de 6.700 detenciones.

Varios líderes de la UE propusieron recurrir al mecanismo de la OSCE, que incluye a 57 países, incluidos Estados Unidos y Canadá, para resolver la situación.