ACLU: legisladores de EEUU que no certifican victoria de Biden violan la Constitución

WASHINGTON (Sputnik) — Los legisladores estadounidenses que se oponen al conteo ceremonial de los votos electorales presidenciales para certificar formalmente al demócrata Joe Biden como nuevo presidente están violando la Constitución, dijo la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles en una carta dirigida al Congreso.

"La postura política de los miembros del Congreso de rechazar los resultados de las elecciones certificadas por los estados amenaza el estado de derecho y la base misma de la democracia; los miembros del Congreso están obligados por la Constitución a defender nuestro sistema de autogobierno y rechazar este esfuerzo extraordinariamente peligroso para desestabilizar el sistema democrático de Estados Unidos", dice la carta.

La Constitución requiere que la Cámara de Representantes y el Senado se reúnan en una sesión conjunta en enero después de los comicios presidenciales para contar los votos electorales que han sido previamente certificados y presentados por los estados individuales.

Dos miembros de cada cámara realizan el recuento real, un evento mayormente ceremonial en elecciones pasadas.

Acusaciones de fraude

Más de una docena de senadores republicanos y colegas de la Cámara de Representantes se opusieron al recuento de votos del Congreso, respaldando la afirmación no demostrada del presidente Donald Trump de que un fraude electoral impidió su reelección.

Biden superó al actual mandatario por un margen de 306 votos a 232 en el Colegio Electoral, según los resultados oficiales presentados por los estados.

ACLU calificó a las acusaciones de fraude electoral como "un tropo usado a lo largo de la historia" del país "para atacar el derecho al voto y el poder político de las minorías raciales".

El grupo de defensa recordó que los tribunales de Estados Unidos rechazaron más de sesenta impugnaciones legales a los resultados de las elecciones del 3 de noviembre.

Mientras se desarrollaba el proceso dentro del Capitolio, partidarios de Trump derribaron múltiples vallas de seguridad e irrumpieron en el edificio, lo que obligó a cerrar el Congreso.

Los legisladores se refugiaron y el vicepresidente Mike Pence y otros funcionarios fueron evacuados.

Tras los incidentes, la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, declaró un toque de queda desde el 6 de enero por la noche hasta la madrugada del 7.