La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha confirmado que España participará el próximo año en la celebración del bicentenario de la independencia de México, después de ser invitados por el Gobierno mexicano. Eso sí, no se ha planteado pedir disculpas por el proceso de conquista, como sugirió el presidente del país americano, Andrés Manuel López Obrador.
Precisamente, González Laya habló con Ebrard sobre la propuesta de López Obrador de que el monarca Felipe VI pida perdón a las comunidades indígenas por los sucesos ocurridos durante la invasión española. El presidente mexicano lo planteó por primera vez en 2019, pero, con motivo del Día de la Hispanidad, el 12 de octubre, volvió a instar a las autoridades españolas. "Es importante que se conozca lo que sucedió, pues hay una historia oficial y también otra visión, la de los vencidos. La conquista como fuerza 'civilizadora' de América es solo una justificación ideológica para encubrir la imposición y el saqueo", repitió López Obrador.
En 2019, el ejecutivo de Madrid ya comentó que no contemplaba una disculpa. La postura sigue siendo la misma, aunque el presidente de México no descarta un cambio de actitud.
"Nosotros hemos sido muy transparentes desde el principio: España ha tenido a lo largo de su historia una mirada reflexiva, una mirada crítica y no ha esperado 500 años a tenerla, la ha tenido a lo largo de su historia", ha expuesto González Laya.
La ministra ha insistido en la importancia de "construir sobre el pasado, pero mirando al futuro", ya que España y México comparten intereses comunes como la protección de los Derechos Humanos, las libertades públicas, las minorías y las víctimas de feminicidios y violencia. "Hay que impulsar las relaciones de futuro, imaginándonos no cómo fueron los últimos 500 años, sino cómo queremos que sean los próximos 50 o 100", ha compartido la canciller.
Energía y comercio
La visita de González Laya también ha servido para tratar la situación de las empresas españolas en México, inquietas ante posibles cambios en los marcos legislativos en los que han estado operando hasta ahora. El nerviosismo provendría por la nueva política energética nacionalista de López Obrador, que priorizan por las corporaciones públicas Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La nueva normativa energética podría retrasar la firma del acuerdo comercial entre la Unión Europea y México. Motivo por el que la ministra española ha remarcado la importancia de una legislación clara y garante de seguridad para los inversores nacionales y extranjeros. "Tanto por parte de México como de la Unión Europea hay un gran interés por impulsar este acuerdo comercial", ha añadido.
Además de asuntos económicos, el viaje de González Laya ha puesto las bases a la futura Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en 2021 en Andorra. La canciller espera que pueda ser presencial, ya que significaría que se ha superado la pandemia de coronavirus.