"No habrá movilización de calle tal y como se conoce, pero habrá alguna modalidad de actos, foros online, o alguna actividad con todas las medidas de seguridad y distanciamiento, como se ha hecho en otros países", explicó.
Imaginar una campaña electoral del PSUV sin calles abarrotadas de gente vistiendo franelas rojas o trajes de la milicia (cuerpo de civiles con entrenamiento militar) resulta difícil, pero la pandemia por COVID-19 ha obligado a esta organización a reinventar lo que hasta ahora había sido habitual.
"Para poder entender cómo vamos a hacer una campaña electoral habría que retornar a hechos políticos de mucha importancia (…) La posibilidad que ha tenido la organización de la sociedad venezolana de contener, por lo menos aunque sea parcialmente, la pandemia del COVID-19", expuso.
Organización popular
Los vínculos, las articulaciones en las comunidades, la organización popular, señaló, jugarán un papel primordial en este evento de cara a las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre.
"Lo otro que puede explicar la nueva situación venezolana, es cómo se ha organizado el país en tanto a las amenazas de intervención militar de parte del Gobierno de los Estados Unidos, de las acciones que han hecho algunos grupos contra el Estado venezolano", añadió.
El haber soportado la carencia de gasolina en junio, la fallida incursión marítima de mayo, y estar dando la cara a la pandemia, además de los problemas económicos, los problemas sociales "solo tiene una explicación: un alto nivel de organización popular", afirmó Daza convencido.
A partir del 9 de julio las Redes de Articulación y Atención Social (Raas) del PSUV y las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCH) comenzaron a trabajar en las comunidades para contribuir con la lucha contra el COVID-19, pero también para emplear y evaluar cuáles serán los canales de movilización para las parlamentarias.
Del otro lado de la carrera hacia estas elecciones se encuentra la oposición, pero a Daza parece no preocuparle mucho el papel que podrían jugar.
Para Daza en esos sucesos está la clave de lo que ha agudizado la división de la oposición y de lo que la ha llevado a un punto en el que sus seguidores desconfían en sus propuestas.
"Esa política llevó a que en agosto del año pasado se hiciera presente algo que desde hace más de 10 años no se hacía presente que es la ruptura política organizativa e ideológica de la oposición", acotó.
Mientras el PSUV organiza cómo presentar su campaña, que será entre el 21 de noviembre y el 5 de diciembre, y cómo llegar a la gente en medio de la cuarentena, la oposición lidia con una división que se marca por un sector que llama a votar y otro que pide la abstención con muestra de desconfianza en el Consejo Nacional Electoral (CNE).