La OTAN amplió el pasado 12 de junio la cooperación con Ucrania, reconociéndola como un socio de "oportunidades mejoradas".
Según Grushko, la decisión de la Alianza muestra que el bloque militar "no está interesado en solucionar el conflicto interno ucraniano", para seguir "demonizando a Rusia en calidad de principal amenaza para Occidente".
El viceministro destacó que "la OTAN no logró adaptarse a las nuevas condiciones de seguridad y se siente cómoda solo cuando cuenta con un enemigo importante".
"Es un camino muy peligroso. Si los países de la OTAN siguen avanzando por él, como lo están haciendo hasta ahora, eso suspenderá cualquier esperanza de crear un espacio común de seguridad", recalcó.
El otrora secretario general de la Alianza Atlántica Anders Fogh Rasmussen dijo que para la adhesión de Ucrania al bloque militar se tienen que cumplir algunos criterios precisos, lo que llevaría mucho tiempo.
Según opinan algunos expertos, Kiev no podrá pretender ser admitido en la OTAN en los próximos 20 años.