La pandemia de COVID-19 no deja de sorprender a los científicos y profesionales de la salud del mundo, que siguen comprobando nuevas facetas de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus. Ahora, médicos de Nueva York comprobaron que más de un tercio de los pacientes con COVID-19 observados también desarrollaron problemas severos en los riñones.
Del total de pacientes estudiados, 1.993 (un 36,6%) desarrollaron insuficiencia renal aguda (referida en la investigación como AKI por las siglas en inglés de acute kidney injury). La mayoría de los pacientes con problemas renales, a su vez, los presentaron al ingresar a los hospitales o en las primeras 24 horas de internación.
El estudio es significativo a la hora de demostrar otro desafío de los sistemas de salud durante la pandemia, ya que muchos pacientes no solo requieren asistencia para la respiración sino que además pueden necesitar, como en los casos relevados, tratamientos para controlar la insuficiencia renal mientras cursan COVID-19.
En efecto, el 14,3% de los pacientes con COVID-19 que también tuvieron insuficiencia renal requirieron algún tratamiento de diálisis durante su hospitalización. El 54% de los pacientes que requirieron tratamiento renal (unos 154) recibieron hemodiálisis intermitente, al tiempo que el 24,6% (61 pacientes) fueron sometidos a terapia continua de reemplazo renal. Un 21,4%, en tanto, requirió los dos tratamientos durante su ingreso.
Uno de los hallazgos más importantes del estudio fue la fuerte relación entre la falla respiratoria y la insuficiencia renal en el marco del COVID-19. De acuerdo a los datos, de los 1.990 pacientes con COVID-19 que necesitaron respiradores artificiales, 1.068 presentaron insuficiencia renal aguda (el 89,7%).
Los investigadores resaltan que se trata del mayor estudio de este tipo hecho hasta el momento y que los datos muestran una relación más fuerte que en estudios similares realizados anteriormente. Un relevamiento realizado en la ciudad china de Wuhan había indicado que solo el 5,1% de los pacientes con COVID-19 tuvo problemas renales.
Los médicos detrás del estudio en Nueva York reconocen que serán necesarias más investigaciones para establecer las causas de la insuficiencia renal en los pacientes afectados por coronavirus. De todos modos, destacan la comprobación de que, a pesar de que el COVID-19 es primariamente una enfermedad respiratoria, en ocasiones puede afectar a otros órganos como los riñones, complicando el cuadro clínico de los pacientes.
Además, señalan que la necesidad de respiración artificial o la aplicación de tratamientos con medicamentos vasopresores resultaron en los factores de riesgo más importantes para presentar insuficiencia renal aguda en pacientes con COVID-19.