"Hay que verle el lado positivo a las crisis, por ejemplo, que surgen ideas y soluciones a viejos problemas, y que permiten aprender", comentó Picardo a Sputnik, respecto al contexto en el que nació esta propuesta salvadoreña de "ambú", acrónimo del inglés "Airway Mask Bag Unit" (máscara con bolsa de ventilación).
A este acto le llaman "ambusear" y puede ser agotador, amén de que obliga a permanecer junto al paciente a algún profesional cuya ayuda puede ser requerida en otros lugares, sobre todo en tiempos de crisis o desbordamiento de los sistemas de salud, como ocurre ahora.
"Cuando vimos lo que se avecinaba con el nuevo coronavirus, detuvimos los demás proyectos y comenzamos a pensar qué podíamos hacer, y en 5 días salió un prototipo limitado, que llamó la atención a las autoridades", relató Picardo, director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
Luego de consultas con médicos intensivistas y de asomarse a un mundo nuevo , debido a que la UFG no enseña ingeniería biomédica, el modelo entró en pruebas de calibración, para llegar luego a acuerdos para su producción industrial.
Los desarrolladores aspiran de entrada a producir un aparato con la suficiente autonomía para dar soporte centralizado a varios pacientes con un único supervisor, sin dejar de trabajar en su perfeccionamiento y en la creación de otras alternativas para enfrentar la pandemia global de COVID-19.