Según el también publicista, el odio de Washington hacia Teherán viene desde que la nación persa se deshiciera en 1979 de un Gobierno tutelado por los anglosajones, retomando el control de los hidrocarburos nacionales y destinando recursos obtenidos de su venta a proyectos sociales y de infraestructura.
Agregó que los acontecimientos de 1979 dieron comienzo a la pérdida por parte de EEUU "de la hegemonía que había tenido en todo Oriente Medio", algo que continúa hasta ahora, lo cual demuestra el fracaso norteamericano en Siria, por ejemplo.
"La intención de EEUU era cuartear a Oriente Medio, convertirlo en Estados pequeños enfrentados perpetuamente entre sí, y de esta forma establecer su dominio sobre toda la zona. Pero fracasaron debido a la resistencia de Gobiernos regionales", indicó.
Observó que lo mismo ocurre en "otra multitud de países".
"Todos estos elementos demuestran la falta de capacidad de EEUU para imponer sus criterios a todos los países del mundo. Estamos viendo el nacimiento del mundo multilateral, al tiempo que la unipolaridad de EEUU está en fase decreciente y acabará por desaparecer", concluyó Eduardo Luque.