Los representantes de 17 países, así como de Israel, México, Uruguay y del denominado gobierno interino de Venezuela, "expresaron su preocupación por las actividades que redes de Hizbulá continúan realizando en algunas áreas del hemisferio occidental", según una declaración conjunta emitida al término del encuentro y que está compuesta por 24 puntos.
La declaración también señala a ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) y a Al Qaeda de constituir una amenaza a la seguridad colectiva e incluye al grupo rebelde colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN) como una organización terrorista junto con las disidencias de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) conocidas oficialmente como Grupo Armado Organizado Residual (GAO).
En el texto, los países "reconocieron como una amenaza a la estabilidad de la región la acción del autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN), el cual perpetra actos terroristas y actividades criminales de inaceptable violencia y obtiene financiamiento de origen ilícito".
Asimismo, expresaron su rechazo a "las actividades criminales" del grupo rebelde peruano Sendero Luminoso.
Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, República Dominicana, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucia hicieron parte del encuentro, mientras que en calidad de observadores asistieron Israel, México, Uruguay y el denominado gobierno interino de Venezuela, representado por el líder opositor Juan Guaidó.
También actuaron como observadores el Comité contra el Terrorismo de las Naciones Unidas, el Comité Interamericano contra el Terrorismo, Interpol y la Ameripol.
La Delegación del Perú anunció su ofrecimiento para ser sede de la IV Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, señala la declaración conjunta.