"Serbia está abierta al desarrollo adicional del diálogo político y de la cooperación concreta con la OTAN en los ámbitos de interés mutuo", dijo Dacic en la séptima edición del foro Semana de la OTAN celebrado en Belgrado.
Señaló que la colaboración de Belgrado y la Alianza Atlántica es "un elemento muy importante" de la geopolítica serbia y del compromiso del país con la estabilidad regional.
Indicó que el entendimiento mutuo de las partes es promovido a través del diálogo intenso al más alto nivel, sobre todo gracias a las "buenas relaciones del presidente [serbio], Aleksandar Vucic, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg", así como a visitas regulares e intercambio de experiencias.
En este contexto, el ministro se refirió al nuevo Plan de Acción Individual de la Asociación (IPAP, por sus siglas en inglés) que Belgrado y el bloque bélico adoptaron en noviembre para el período de 2019 a 2021.
El nuevo IPAP de Serbia y la Alianza Atlántica, según Dacic, "confirmó (...) un alto grado de cooperación y el compromiso con los objetivos comunes".
"Las actividades de Serbia y su cooperación con los países que no son miembros de la OTAN, incluidos ejercicios militares y otros, no afectan nuestra relación con la alianza ni con sus miembros particulares", subrayó el vice primer ministro.
El pasado 24 de marzo se cumplieron 20 años del inicio de los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, que por aquel entonces estaba conformada por Serbia y Montenegro.
El número exacto de víctimas se desconoce, pero las autoridades serbias indican que en los ataques de la Alianza perecieron 2.500 personas, incluidos 89 niños, y 12.500 personas resultaron heridas.
Los daños ocasionados al país ascienden a entre 30.000 y 100.000 millones de dólares, según diversas estimaciones.