Está previsto que las unidades 2 y 3 de esta central nuclear se hagan operativas dentro de seis y ocho años, respectivamente. Equipados con los reactores nucleares de agua presurizada VVER-1000, estas unidades incrementarán la potencia de la planta en 2.100 megavatios y elevarán el peso de la energía atómica en la matriz energética de Irán muy por encima del 2,7% actual.
La construcción de la planta nuclear de Bushehr, la primera de Irán, fue iniciada en 1974 por el consorcio alemán Kraftwerk Union A.G. (Siemens/KWU), pero en 1980 la compañía rompió el contrato debido a la decisión del Gobierno alemán de apoyar el embargo de EEUU sobre el suministro de equipos al país persa.
En 1995, la empresa rusa Atomstroyexport asumió la construcción de la planta, su puesta en marcha tuvo lugar en agosto de 2010 bajo el control de la OIEA y con combustible nuclear importado desde Rusia y en septiembre de 2011 la planta se conectó a la red eléctrica iraní. En agosto de 2012, el primer reactor alcanzó su plena capacidad de 1.000 megavatios.