El jefe de inteligencia de la Guardia Revolucionaria, Hossein Taeb, citado por la agencia Tasnim, reveló que el plan, elaborado durante varios años, consistía en reclutar e infiltrar en Irán un comando terrorista para que detonara de 350 a 500 kilos de explosivos durante la asistencia de Soleimani a la festividad de la Ashura —una de las celebraciones más importantes del calendario chií— en la provincia suroriental de Kermán, a principios de septiembre pasado.
Para lograrlo, planeaban comprar una casa situada cerca de la sala de congregaciones religiosas Hussainia, perteneciente al padre de Soleimani, cavar debajo un túnel y plantar la carga explosiva, que habría detonado a la llegada del jefe de la Fuerza Quds a la ceremonia anual.
Taeb afirmó que "estaban tratando de provocar una guerra religiosa", pero "con la ayuda divina y un meticuloso trabajo de inteligencia" la Guardia Revolucionaria logró desbaratar el plan y arrestar a tres conspiradores.