"Todos los mecanismos de diálogo siguen vigentes, todo lo que ayude a resolver la situación de Venezuela sigue vigente", afirmó Bergamino tras participar en el IX Foro de Reflexión Unión Europea - América Latina y el Caribe (EU-LAC) efectuado en Montevideo.
El 16 de septiembre, una fracción de la oposición y el Gobierno anunciaron la conformación de una mesa de diálogo y firmaron un pacto de seis puntos.
Los acuerdos establecen la reincorporación de diputados del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela al parlamento, la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral, la libertad de políticos detenidos, la defensa de la región del Esequibo, el rechazo a las sanciones y levantamiento inmediato, y apoyo al canje de petróleo por bienes necesarios.
En esa mesa no participan los partidos mayoritarios que enviaron una delegación a las conversaciones en Barbados, con la mediación de Noruega, que se desarrolló desde el pasado mayo.
En febrero Uruguay se sumó a dos propuestas para intentar solucionar la situación de crisis política y social que vive Venezuela: el Mecanismo de Montevideo, junto con México, y el GIC, promovido por la Unión Europea y del que también son miembros ocho países de ese bloque, Costa Rica, Ecuador y Bolivia.
El GIC plantea forjar apoyo internacional para una solución "pacífica, política, democrática y propiamente venezolana" de la crisis, que suponga la convocatoria a "elecciones libres y transparentes".
La declaración del GIC, de 10 párrafos, fue firmada por Uruguay, la Unión Europea, Costa Rica, Ecuador, España, Italia, Portugal, Suecia, Alemania, Francia, Países Bajos y Reino Unido.
Bolivia forma parte del GIC, pero no firmó la declaración.
Mientras que el Mecanismo de Montevideo es respaldado por México, Uruguay y 14 países de la Comunidad del Caribe, a los que se sumó el 26 de septiembre Bolivia.