"El público israelí no quiere unas terceras elecciones. Quiere un gobierno de amplia unidad", afirmó el ministro de Turismo y jefe del equipo negociador del Likud, Yariv Levin, justo antes del encuentro.
Levin y el titular de Protección Medioambiental, Zeev Elkin, que también representa al Likud en las negociaciones, dejaron claro que no tienen intención de abandonar a sus aliados, los partidos religiosos y de ultraderecha, a los que quieren incluir en el Gobierno.
"Actuamos con todos nuestros socios como bloque unido y unitario que se unirá al Gobierno. Esperamos que no se descarte a ningún socio", dijo Levin.
Antes de darle a Netanyahu el mandato de formar gobierno, Rivlin propuso al primer ministro y al líder de Azul y Blanco, Benny Gantz, un Gobierno de unidad con presidencia rotatoria. Netanyahu lo aceptó, pero Gantz lo rechazó, según el diario israelí Haaretz.