"No hay ningún miedo a la abstención", dijo en rueda de prensa José Luís Ábalos, secretario de organización del PSOE y ministro de Fomento, uno de los hombres más cercanos a Sánchez.
Ábalos compareció ante la prensa tras reunir al Comité Federal del PSOE para analizar la situación política de cara a la repetición electoral.
Esa victoria se cimentó sobre un contundente dato de participación, ya que el 71,76% de las personas con derecho a voto acudieron a las urnas.
Sin embargo, los analistas políticos coinciden en señalar que ese dato de participación puede verse disminuido en los próximos comicios, a los que se llega después de que Sánchez no fuese capaz de conjugar la mayoría suficiente para formar Gobierno mediante acuerdos con otras formaciones.
Esta es la fórmula preferida por los españoles para la formación de Gobierno https://t.co/GzYLLzdSdL pic.twitter.com/idFUPqBE7S
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) July 10, 2019
Este escenario de repetición electoral no es nuevo en España, y los antecedentes anticipan que se producirá un descenso de la participación.
En esa repetición, celebrada el 26 de junio de 2016, la participación cayó en 3,2 puntos (1,1 millón de votantes), hasta el 66,4%.
Ábalos respondió que, ante la posibilidad de un descenso de la participación, el PSOE buscará generar una "movilización total" que se traduzca en "una victoria lo suficientemente amplia" como para que Sánchez pueda formar Gobierno.
El dirigente socialista aprovechó su comparecencia ante la prensa prensa para criticar al resto de formaciones, a las que señaló como responsables de la repetición electoral por su "voluntad obstruccionista".
"El PSOE ya ganó las elecciones. ¿Por qué íbamos a querer que se vuelvan a tirar los dados?", afirmó el dirigente socialista.
Tras constatar que los partidos políticos no llegaron a acuerdos para formar Gobierno, el Rey de España, Felipe VI, decidió el pasado 17 de septiembre no proponer un candidato a la investidura.
De esta manera, se llegará a la fecha límite para la formación de Gobierno (el 23 de septiembre) sin que el Congreso de los Diputados haya depositado su confianza en un nuevo presidente, por lo que en esa fecha se procederá a la disolución de las Cortes Generales.