"La frontera de Pisiga se ha ido reabriendo progresivamente y desde la mañana de este viernes [el 16 de agosto] está operando con total normalidad, aunque subsiste un clima de tensión", dijo a reporteros la presidenta de la Aduana Nacional, Marlene Ardaya.
Señaló que el incidente en el paso fronterizo ubicado a unos 450 kilómetros al sur de La Paz no dejó daños personales pero sí materiales, como el incendio de un vehículo militar y varios depósitos de mercadería ilegal, especialmente ropa usada, decomisada a su ingreso a Bolivia, por lo que se prevé que los responsables del ataque serán procesados judicialmente.
"Frecuentemente hay tensión, protestas y algunas presiones en las operaciones de lucha contra el contrabando, pero lo del jueves en Pisiga ya fue demasiado", sostuvo la autoridad.
Ardaya añadió que en lo que va del año la Aduana boliviana decomisó en puntos de control de la frontera con Chile diversa mercadería con un valor equivalente a 30 millones de dólares.
El contrabando ocasionaría un costo anual aproximado de 3.000 millones de dólares a la economía boliviana, según un reciente informe de la Confederación de Empresarios Privados.