En sus incesantes intentonas de vapulear a la economía de China como sea, las acciones de Trump se han convertido en todo un huracán: arrasan y se llevan puesto todo lo que se encuentran a su paso. Y la guerra que el inquilino de la Casa Blanca inició contra el gigante asiático, se hizo extensiva con otros países, aliados o rivales.
Algunos botones de esta muestra. Expresados dólares, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, perdió 3.400 millones; el propietario del grupo de artículos de lujo francés LVMH, Bernard Arnault, 3.200 millones; el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, 2.800 millones de dólares; el empresario indio Mukesh Kakambani, 2.400 millones; y el cofundador de Microsoft, Bill Gates, 2.000 millones de dólares.
Guerra comercial: episodio agosto
Todo comenzó cuando el 1 de agosto Trump, tuiteó: una tasa del 10% a los restantes 300.000 millones de dólares de importaciones desde China. "Las conversaciones comerciales continúan…durante estas conversaciones EEUU comenzará, el 1 de septiembre, a aplicar una pequeña tarifa adicional de diez por ciento en los restantes 300.000 millones de dólares de bienes que llegan a nuestro país desde China", dijo el mandatario en Twitter.
Our representatives have just returned from China where they had constructive talks having to do with a future Trade Deal. We thought we had a deal with China three months ago, but sadly, China decided to re-negotiate the deal prior to signing. More recently, China agreed to...
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 1 августа 2019 г.
¿Qué pasó a continuación? El 5 de agosto, China lanzó un zarpazo: rebajó la cotización de su moneda por debajo de los 7 yuanes por dólar en respuesta al anuncio de Trump.
Tras el intercambio de golpes, las 500 personas más poderosas del mundo perdieron un 2,1% de su riqueza neta en un solo día debido al desplome de la Bolsa de Nueva York. La agencia Bloomberg hizo números y de inmediato dejó ver que las pérdidas totales ascenderían a 117.000 millones de dólares.
Pasó lo que tenía que pasar
Para el economista José Luis Carretero Miramar lo que está ocurriendo era previsible. "Estamos viendo lo que era de esperar, que la guerra de aranceles desatada por Donald Trump en su momento va generando un enfrentamiento cada vez más amplio y extendido y que abarca más elementos de la propia vida del conjunto del globo".
Entonces, Trump acusó a China de "manipuladora de divisas". Al día siguiente, el Gobierno chino pidió a las empresas estatales cancelar sus compras de productos agrícolas a EEUU, y el Ministerio de Comercio chino declaró que su país podría imponer aranceles adicionales a los productos agrícolas estadounidenses, elevando incluso más las cifras para el comercio con los estados rurales que apoyaron a Donald Trump en las elecciones de 2016.
Un día más tarde, China volvía a hundir su divisa al mínimo de 11 años. Ese mismo día, el ministro ruso de Desarrollo Económico, Maxim Oreshkin declaró que Moscú y Pekín están analizando las posibilidades de estrechar su cooperación en vista de la guerra comercial entre EEUU y China.
Entonces, en un giro inesperado, Donald Trump volvió a su recurso comodín: arremetió contra la Reserva Federal por no rebajar los tipos de interés lo suficientemente fuerte y rápido.
"Tres bancos centrales más recortan los tipos. Nuestro problema no es China —somos más fuertes que nunca, el dinero está afluyendo a EE.UU. mientras China va perdiendo miles de empresas en favor de otros países y su moneda está bajo asedio— nuestro problema es la Reserva Federal, que es demasiado orgullosa como para admitir su error de actuar demasiado rápido y apretar demasiado", tuitéo.
“Three more Central Banks cut rates.” Our problem is not China - We are stronger than ever, money is pouring into the U.S. while China is losing companies by the thousands to other countries, and their currency is under siege - Our problem is a Federal Reserve that is too.....
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 августа 2019 г.
"Donald Trump está cada vez más interesado [en una bajada de tipos] porque al fin y al cabo el éxito económico que ha representado su presidencia tenía una fecha de caducidad”, explica el economista.
Carretero Miramar señala que "el presupuesto expansivo que había planteado [Trump] con respecto a los gastos militares y el hecho de su gran rebaja fiscal, eran básicamente los que habían sostenido el hecho de que EEUU haya tenido una situación en la que su tasa de paro sea de las más bajas de las últimas décadas".
“Y ello [ocurre] en un momento en el que nos acercamos a la campaña electoral en la que se va a plantear la posibilidad de reelección de Donald Trump como presidente de EEUU", concluye José Luis Carretero Miramar.