"La economía de EEUU se encuentra en la expansión más larga desde que se tienen registros. El desempleo está en niveles no vistos desde finales de la década de 1960, y la actividad económica está creciendo por encima del potencial, ayudada por un estímulo fiscal y condiciones financieras alentadoras", dijo el FMI en su reporte.
Sin embargo, el FMI dijo en el informe que se espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de EEUU se desacelere a alrededor de 2,6% este año y 1,9% en 2020.
En su informe, el organismo agregó que la esperanza de vida en EEUU está disminuyendo, la desigualdad en el ingreso aumenta y las tasas de pobreza, aunque bajan, siguen siendo más altas que en otras economías avanzadas.
Además, el organismo advirtió que una reversión abrupta de las condiciones del mercado financiero o una profundización de las disputas comerciales en curso representan un riesgo importante para la economía de EEUU.
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Por lo tanto, el FMI alienta a las autoridades estadounidenses a trabajar con sus socios para abordar las tensiones actuales y promover un sistema de comercio internacional más abierto, estable y transparente basado en normas.
El 6 de junio, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo que la disputa comercial entre EEUU y China podría reducir el crecimiento del PIB mundial en 0,5% en 2020.
EEUU y China deben resolver su disputa comercial actual con un acuerdo amplio que refuerce el sistema financiero mundial, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un informe.
"Es especialmente importante que las tensiones comerciales entre EEUU y China, que representan una amenaza para las perspectivas mundiales y crean importantes efectos negativos para otros países, se resuelvan rápidamente a través de un acuerdo que fortalezca el sistema internacional", señala el reporte del organismo.
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Se espera que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúna con esta semana su homólogo chino, Xi Jinping, en la cumbre del G20 en Japón, para tratar de resolver su actual disputa arancelaria.
Ross también minimizó la posibilidad de alcanzar un acuerdo en la cumbre del G20.
EEUU y China han estado tratando de superar los desacuerdos que surgieron a raíz de la decisión de Trump en junio pasado de imponer aranceles del 25% sobre productos chinos en un intento por corregir el déficit comercial, que llevó a que Pekín aplicara también gravámenes a los productos del país norteamericano.
En mayo, EEUU intensificó la disputa comercial cuando incluyó otros productos chinos equivalentes a 200.000 millones de dólares en la categoría arancelaria del 25%.
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China prometió tomar represalias incrementando los aranceles sobre las importaciones estadounidenses equivalentes a 60.000 millones de dólares en junio.