El mandatario libanés, Michel Aoun, recibió al enviado especial del presidente ruso para Siria, Alexandr Lavréntiev, y al vicetitular de Exteriores Serguéi Vershinin. Durante el encuentro, en el que participaron también las respectivas delegaciones, se abordaron varios temas relacionados con el conflicto en Siria, en particular, la situación de los refugiados sirios y la próxima conferencia de Astaná (antiguo nombre de la capital kazaja).
En lo que dura la guerra en Siria, el Líbano acogió a unos 1,5 millones de sirios y refugiados palestinos que residían en el país vecino. Estos desplazados representan el 30% de la población del Líbano, que es la nación con la mayor concentración per cápita de refugiados.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas.
Cientos de miles de personas perdieron la vida en las hostilidades en el país árabe.
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La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná (por el antiguo nombre de la capital kazaja, que a finales de marzo pasó a llamarse Nur-Sultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.