La frase, concisa, concreta y directa, puede resultar angustiante y causar nerviosismo en unos cuántos. "Europa, en la que creo, con su multipolaridad, que defiendo, debe establecer nuevas reglas de confianza y seguridad con Rusia y no solo debe estar de acuerdo con la OTAN; necesita establecer [relaciones] solo entre Europa y Rusia".
También se sumergió en la historia para remarcar la relevancia de Rusia en el escenario europeo. "Rusia es un gran país que ha superado la tragedia junto con nosotros. Nadie debe olvidar lo que pasó en la Segunda Guerra Mundial", concluyó.
"El presidente francés está reconociendo una evidencia: debe intentar llegar a una negociación con Rusia y países orientales porque hay una gran guerra comercial actualmente y Donald Trump ha decidido 'tirar' hacia adelante y defender su economía en base al proteccionismo", observa al respecto Sergio Fernández Riquelme, Dr. en Política Social y Sociología de la Universidad de Murcia.
Para el experto, Europa "necesita a Rusia que ha conseguido convertirse en el principal socio de la gran potencia que es China, y es una puerta de entrada para intentar conseguir el apoyo económico chino e intentar evitar que EEUU consiga, como está haciendo, dominar toda la agenda política y económica de Europa occidental, a la que quiere convertir en un simple vasallo".
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Unas palabras que se pueden interpretar en clave desesperada, según Fernández Riquelme.
"Macron, un liberal de cuna, una persona de clase alta, se da cuenta de que ahora cuando tiene a los chalecos amarillos perennemente manifestándose en Francia, que el desempleo no baja, que la competitividad de Francia y otros países de Europa occidental es muy baja, ahora se suma al discurso más obrerista y llegar a ese pacto con el socialismo español de Pedro Sánchez".
"Conocemos a Macron, conocemos sus políticas, y como ve que no funcionan, ni en Francia ni en Europa, ahora intenta cambiar el discurso, pero a mi juicio son políticas de propaganda para lavar la cara, y para intentar frenar, que es lo que a él le afecta más directamente, el ascenso del partido Agrupación Nacional de Marine Le Pen", remarca el analista.
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Por otro lado, Macron entonó un meaculpa echando balones fuera. Pese a admitir que Francia no reaccionó como debía a la profunda crisis económica, social, política y medioambiental de la última década, recriminó "los ajustes brutales" hechos por algunos países del sur de Europa, donde los trabajadores debieron soportar "retrocesos jamás conocidos en tiempos de paz", según su versión.
"Los países que impusieron en el Mediterráneo o imponen en otras latitudes, políticas de recortes o de ajustes y de austeridad, ahora intentan echar la culpa a los propios ciudadanos que la han sufrido. Alemania y Francia que han sido los motores fundamentales de la UE, y que han decidido en qué se gasta el dinero, cuáles son las prioridades, ahora intentan en esta situación de crisis perpetua de los derechos laborales y sociales, echar la culpa a los de siempre: a los países mediterráneos, a los países del sur. Siempre es lo mismo", concluye el Dr. Sergio Fernández Riquelme.