"El convoy conjunto de la ONU y la Media Luna Roja Árabe siria suministró asistencia vital a las personas en Rukban, en su mayoría mujeres y niños que han estado abandonados en el desierto en unas condiciones muy duras durante varios años", dijo el coordinador humanitario de la ONU en Siria, Sajjad Malik, citado en un comunicado de la plataforma.
Además, unos 8.000 niños recibieron materiales de enseñanza y recreación.
Agregó que los habitantes de Rukban declararon a los integrantes del convoy sus necesidades y deseos para el futuro.
"Tienen frío, hambre y carecen de acceso a los servicios básicos, incluso el agua es escasa, y las pocas comodidades de las que disponen son demasiado caras para la mayoría de ellos", precisó Malik.
Hasta la fecha, el campamento de Rukban, ubicado en una zona controlada por EEUU cerca de su base en Al Tanaf, alberga a unas 42.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, que huyeron de la guerra y ahora son de hecho rehenes de las facciones armadas que operan en la zona.
Desde la llegada del primer convoy en noviembre de 2018, la situación humanitaria se agravó, en particular por las condiciones meteorológicas.
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